lunes, 11 de abril de 2022

Francia: Un día en Collioure, 5 de abril, 2022 (María, con la compañía de Joan) - Parte única

 Martes, 5/04/2022  


Collioure (Francia)


Estaba en Badalona visitando a mi amigo Joan y habíamos pensado ir hasta Cadaqués a pasar el día. Lo cierto es que tanto él como yo ya conocíamos ese lindo pueblecito de la Costa Brava, así que, no sé cómo, a Joan se le ocurrió que podíamos ir hasta Collioure, en donde ninguno de los dos habíamos estado. Y dicho y hecho.


Collioure se encuentra, como se ve en el mapa, en el extremo sudeste de Francia, a tan solo 26 km de la frontera española. Las aguas del Mediterráneo bañan las orillas de la apacible cala que sirve de abrigo al pequeño puerto, con clima excepcional y sol radiante.

Pertenece a la histórica comarca del Rosellón y fue célebre desde la época de los Reyes de Mallorca. A principios del siglo XX, Henri Matisse y André Derain pasaron un tiempo en esta localidad atraídos por la luz de su puerto pesquero y el colorido de sus casas que plasmaron en sus lienzos. 


En esta localidad también falleció el poeta Antonio Machado en el exilio y está enterrado en su antiguo cementerio. 

 


Cuando llegamos, era sobre la una del mediodía y, aunque para nosotros era temprano, decidimos comer, ya que en Francia la gente almuerza a esas horas y temíamos que luego no nos sirvieran. Desde el parking próximo a la estación, en donde dejamos el coche, bajamos hasta el centro y enseguida nos encontramos con unas agradables terracitas de pequeños restaurantes que nos estaban invitando a quedarnos allí. 

Lingüinis con gambas para Joan y una ensalada toscana para mí

Los camareros, en contra de mis prejuicios hacia los franceses, encantadores, con sentido del humor e intentos de expresarse en español. ¡Y yo que quería practicar mi francés!...

Vista desde mi mesa en el restaurante

Compartimos profiteroles de postre... ¡Un monumento!

Tras la comida, decidimos dar una vuelta por el pueblo. Había un tren turístico al que pedimos información, pero solo te llevaba en un trayecto sin paradas y te devolvía al mismo sitio. Así que seguimos por nuestra cuenta. 

La sensación que produce pasear por Collioure es magnífica... es de esos pueblos que encierran un encanto especial. De hecho, está considerado como la joya del departamento de Perpiñán. 

Nos dirigimos hacia la zona conocida como "Barrio de los Pescadores", situado junto a la pequeña playa que conforma uno de los laterales de la ensenada de Collioure. Terrazas en donde gente de distintas partes de Europa (turistas de la tercera edad en su mayoría) tomaban su café al solcito y charlaban sin que en ningún momento trascendiera la conversación de ninguna mesa... ¡Qué paz!

Antes de llegar al puerto vemos la Torre de su Castillo Real, así como la gran fortificación que habla de la defensa ejercida en tiempos pasados. 



Collioure tiene una larga trayectoria a lo largo de la historia. Su especial situación costera ya llevó a los fenicios a convertir el pueblo en uno de sus lugares de asentamiento en la costa mediterránea. Por aquí también pasaron los romanos y los visigodos. Y en el año 981, los condes del Rosellón y los Reyes de Mallorca empezaron a construir la fortificación. A finales del siglo XIII, Collioure se convirtió en residencia de verano de estos últimos y durante dicho siglo fue puerto de inicio de diversas cruzadas hacia Tierra Santa, pasando por él los templarios, los monjes cistercienses y los dominicos. 

Siglos después, en 1642, los catalanes de esta zona del norte de los Pirineos sufrieron la ocupación de las tropas francesas y, en ese período, Vauban, el famoso ingeniero militar de Luis XIV, construyó las fortificaciones que ahora se pueden ver durante la visita a la zona.

Paseo por el Barrio de los Pescadores

El Castillo Real se puede visitar y su interior es como una pequeña ciudad. Nosotros no lo hicimos, porque preferimos caminar aprovechando el buen tiempo. 

Al final del paseo se alza la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, en obras.


Una pena que no pudiéramos disfrutar de ese hermoso edificio religioso de estilo gótico meridional construido en la segunda mitad del siglo XVII, tras la destrucción de la iglesia de Sainte Marie ordenada por Vauban. Es uno de los iconos de Collioure, situado entre la playa de Boramar (que vemos en el vídeo) y la de Saint Vincent. Destaca la cúpula de su campanario de principios del siglo XIX, el torreón Le Clocher. Su forma recuerda la de un faro y es que esa fue su misión en un principio hasta que se cubrió de ladrillo para, posteriormente, construirse la iglesia anexa.

Desde aquí, un camino lleva a la capilla de San Vicente separando la tranquila bahía del mar abierto en donde las olas baten más. 


Es un pequeño islote en donde se cree que San Vicente sufrió martirio en el año 303. La capilla fue construida en 1701 en honor de San Vicens para guardar sus reliquias, ya que se le considera el patrono de los pescadores y los viticultores.

Aquí nos encontramos con dos de los estudiantes que deambulaban por el pueblo y les preguntamos de dónde eran: de un instituto del Prat de Llobregat. Venían de visitar una casa en la que se acogía a mujeres embarazadas durante el exilio posterior a la guerra civil, así como una fosa común. No tenían ni idea de la tumba de Machado, aunque más tarde nos encontramos allí a todo el grupo con su profesora. De hecho, una de las estudiantes fue la que se ofreció a hacernos la foto junto a la tumba que está más arriba.

Vista de la iglesia desde la capilla

Desde la Capilla de San Vicente parte un malecón de piedra que lleva hasta el pequeño faro de Collioure, desde el que se puede disfrutar de una de las mejores vistas del pueblo, de todo el conjunto, en realidad.

Volvimos sobre nuestros pasos, ahora para caminar por las estrechas y empinadas callejas de la villa llenas de encanto... casitas de colores, buganvillas, pequeñas tiendas... 


 
 



 
 

Teníamos sed y nos sentamos en la terracita de una pequeña cafetería en el camino hacia el antiguo cementerio de Collioure. Allí entablamos conversación con una inglesa que todos los años pasa una larga temporada con su marido y su perro en esta zona, que le parece especialmente bonita y tranquila. ¡Le doy toda la razón!

Además de las casas del barrio de pescadores, destacan las viviendas unifamiliares que se esconden entre jardines:


Llegamos luego al cementerio. Los alumnos del Instituto del Prat de LLobregat leían poemas frente a la tumba de Antonio Machado. El gran poeta de la Generación del 98 murió en Collioure poco después de su llegada huyendo del franquismo que perseguía las ideas republicanas. Cuando llegó a la ciudad, el 27 de enero de 1939, ya estaba gravemente enfermo (muere el 22 de febrero de ese mismo año), por lo que no pudo disfrutar de la ansiada libertad que le había llevado hasta la pequeña localidad francesa.

En su lápida se puede leer:

"Y cuando llegue el día del último viaje, 

y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, 

me encontraréis a bordo ligero de equipaje,

casi desnudo, como los hijos de la mar". 

Pero no todos los exiliados republicanos en este pueblecito del sur de Francia tuvieron la misma suerte que el poeta. Un mes después de la muerte de Machado, el Castillo Real de Collioure se convirtió en un campamento disciplinario para republicanos de la guerra civil española. 

Nos hubiera gustado seguir paseando por este pueblo o hacerlo en el que le sigue, que casi está pegado a él: Port Vendres, que nos pareció igual de encantador cuando lo atravesamos para dirigirnos al Fort Saint-Elme (Fuerte de San Telmo, que se ve en la cima de una colina en el vídeo). Se trata de una pequeña localidad organizada en torno a su puerto deportivo, con un agradable paseo a su alrededor lleno de tiendecitas y terrazas de bares y restaurantes. Pero la tarde iba cayendo y había que pensar en volver...

El Fuerte de San Telmo fue construido por Carlos I para defender la zona de la amenaza francesa en el siglo XVI. Hoy en día es un museo sobre el emperador y la historia de Collioure, con muestras de armas y armaduras. Tiene forma de estrella de 6 puntas y desde allí se tienen unas espectaculares vistas de toda la zona...

Vistas desde el Fuerte de San Telmo

Exterior del Fuerte de San Telmo






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