Martes, 15/06/2021:
Visita a Mondoñedo
Un día muy completito. A las 9:30 estábamos en el bus rumbo a Mondoñedo. Y el guía continuó con sus historias y anécdotas. No sé si recordaré todo, porque fue mucha la información, pero lo voy a intentar.
Bien. Cuando la península fue invadida por los bárbaros a la caída del imperio romano, cambiaron muchas cosas, entre ellas la higiene que tanto gustaba a los romanos. Se entró en una época oscura y de ahí las enfermedades y pestes que tuvieron lugar en la Edad Media. Como anécdota, la famosa expresión "agua vaaaa", que indicaba que se lanzaban a la calle las aguas fecales que se recogían en las casas, ya que no había alcantarillado. Curiosamente, cuando se empezaron a instalar váteres y bañeras, parece ser que se instalaban en las galerías para que desde afuera se pudiera ver qué familias eran pudientes y tenían esos servicios en su casa. Otra anécdota: la gente diferenciaba sus clases sociales, entre otras cosas, con el uso de prendas específicas. Y en el caso de las prostitutas, llevaban unas faldas en pico de color pardo, y de ahí la expresión "ir de picos pardos".
También varió la construcción de las casas y las villas o ciudades. En parte, esta construcción estaba condicionada por los impuestos que había que pagar a los nobles o a la realeza. Las ciudades se amurallaron no solo para protegerse sino también para controlar las entradas o el paso por ellas, ya que en muchas había que pagar. Las casas pagaban impuestos por el número de ventanas y su tamaño, de ahí que prácticamente los huecos hacia la calle eran mínimos y pequeños. Y en cuanto a las tasas por la extensión de la vivienda solo se pagaba por la fachada de la planta baja, por lo que los pisos que se construían por encima se alargaban hacia la calle lo que provocaba que las casas en sus pisos altos casi tocasen unas con otras, lo que favorecía los incendios. Eso llevó a la prohibición de utilizar la madera para la construcción de viviendas.
La Edad Media fue una época convulsa de guerras y luchas. Hubo momentos en los que la gente del pueblo se levantó contra los abusos de los nobles. Por ejemplo, en Galicia tuvo lugar la revuelta irmandiña, quizá la mayor revuelta europea del siglo XV. Cuando se unieron los reinos de León y Castilla, Galicia pasó a depender de la corona castellana. En esa época, los nobles ejercían una tremenda presión fiscal sobre la población rural además de tener una serie de derechos abusivos (como el de pernada, el derecho de ser el primero en acostarse con la futura mujer de un campesino, lo que, por ejemplo, llevó a una sublevación en Sanxenxo para acabar con la vida de un noble, Meco, que quería aplicar ese derecho... Por eso, en carnavales, se quema el Meco, para conmemorar esa sublevación contra las cosas malas para instaurar un nuevo orden social más justo).
Volviendo a la revuelta, los Osorio en Monforte de Lemos, los Andrade en Pontedeume, los Sarmientos, los Ulloa, los Soutomaior, etc., en fin, la nobleza gallega en general ejercía el verdadero poder, lo cual era una amenaza también para la propia Corona. La situación llegó al límite en 1467 y los campesinos, apoyados por la naciente burguesía, se alzaron en armas. Y la Corona, inmersa en sus propios problemas al haberse difundido que la hija de Enrique IV, Juana la Beltraneja, no era su hija (se decía que el rey era estéril y que su hija había sido fruto de la relación de la reina con Beltrán, la mano derecha del monarca) y, por lo tanto, no podía suceder en el trono al rey, no apoyó ni a un bando ni a otro, aunque se alegraba del debilitamiento de los nobles. Curiosamente, el arzobispo de Santiago, Fonseca, se posicionó al lado de los sublevados (esperaba quedarse como gran poder si se derrotaba a los nobles), pero cuando la nobleza reaccionó y quiso castigar a los irmandiños el arzobispo cambió de bando. Uno de los nobles que más se esforzó por derrotar a los irmandiños fue Pedro Madruga, un personaje muy importante en la historia gallega del que tenemos que seguir hablando.
Hablemos ahora de esa guerra de sucesión en Castilla que tuvo repercusiones en Galicia. Algunos historiadores apuntan a que el origen bastardo de Juana la Beltraneja no es cierto, entre otras cosas porque cuando nació parece ser que Beltrán ni siquiera había llegado a la corte. Según ellos, se trataba de una mentira propagada por los nobles castellanos que temían que con Juana, al ser su madre portuguesa, se fundieran los dos reinos y acabara Portugal por dominar a Castilla. Surgieron, entonces, dos bandos: los que apoyaban a Juana y los que defendían los derechos al trono de Isabel la Católica, hermana de Alfonso, ambos medio hermanos de Enrique IV, hijos del segundo matrimonio del padre de este, Juan II, con Isabel de Portugal. Alfonso, que había sido nombrado por los nobles como sucesor legítimo, muere prematuramente, se dice que envenenado. Los partidarios de la tía y la sobrina se enzarzaron entonces en una guerra civil.
Entre los partidarios de Juana la Beltraneja estaban Pedro Madruga y también el mariscal gallego Pedro Pardo de Cela, alcalde de Viveiro. Ambos sufrieron las consecuencias de la victoria de Isabel la Católica. Pardo de Cela fue decapitado frente a la catedral de Mondoñedo a pesar de que su mujer había conseguido el indulto papal (pero cuenta la leyenda que cuando su mujer regresaba con los documentos otorgados por el Papa, su comitiva fue detenida por los castellanos en el Puente del Pasatiempo, ya cerca de la ciudad, mientras se llevaba a cabo la ejecución). En cuanto a Pedro Madruga, quiso pedir perdón a Isabel la Católica pero también fue detenido en el camino... sin embargo, en este caso no se sabe qué ocurrió realmente, ya que Pedro Madruga desapareció (hay quien lo identifica con Cristóbal Colón, diciendo que fingió su propia muerte)
¿A qué se debe el apodo de Madruga? Cuenta la leyenda que los Soutomaior tenían problemas con los Sarmientos de Ribadavia por cuestiones de lindes. Así que acordaron que cuando los gallos cantaran en una y otra tierra uno y otro empezasen a caminar y el lugar en que se encontrasen marcaría los límites de cada casa. El gallo de los Soutomaior cantó antes, de forma que cuando lo hizo el de los Sarmientos, Pedro ya casi había llegado a la mismísima torre de los Sarmientos, que dijeron "Pedro Madruga"...
En fin, muchísimas cosas interesantes. Seguro que no me he acordado de todas, pero bueno...
Todo esto vino a cuenta de que visitamos por la mañana Mondoñedo y el Puente del Pasatiempo.
Fachada de la catedral de Mondoñedo. La puerta no está a ras de calle, sino que hay que bajar unas escaleras. Eso se debe a que levantaron el suelo de la plaza para que no sobrepasara la altura de la catedral de Santiago
Nave central. La catedral tiene tres naves con bóveda de crucería sobre arcos apuntados
En la fachada occidental hay un rosetón de estilo gótico del siglo XV de 5 m de diámetro con vidrieras policromadas. Conserva en el círculo central la imagen del Salvador del rosetón románico original.
Nave lateral derecha desde el frente

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Del museo diocesano de la catedral lo que más nos gustó fue esta muestra de calzado |

Si observáis la catedral en esta foto, entenderéis por qué se la llama "La arrodillada", por su escasa altura. Pero además, desde esta perspectiva, parece tal cual que está en esa posición.

Este es el barrio dos muíños, en Mondoñedo. Antiguamente había aquí talleres de artesanos, además de 10 o 12 molinos que le dan el nombre. Destacan los canales que atraviesan el barrio.


En este barrio se encuentra el Puente do Pasatempo, en donde fue detenida por los castellanos la comitiva de la mujer de Pardo de Cela con el indulto papal


Bonito rincón en los canales
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Detalles de los canales |

Visita a la playa de "As Catedrais"
Desde Mondoñedo nos fuimos a la Praia das Catedrais (nombre turístico de la playa de Augas Santas) y después comimos en un restaurante cercano (más bien, nos atiborramos). Está situada a unos 10 kms al oeste de Ribadeo. Entre sus formaciones rocosas destacan los arbotantes de 30 m de altura. Solo se puede pasear por ella con la marea baja, desplazándonos entre muros de pizarra, como si de una imponente y caprichosa nave central de una catedral se tratase.
Cuando Pili y yo volvíamos hacia el autobús, nos encontramos con Matilde que quería llegar hasta un mirador para sacar fotos de toda la costa de la playa. Nos preguntó si creíamos que teníamos tiempo. Estábamos muy justas, pero yo me animé a acompañarla y Pili se quedó con Manuela que se había sentado en un banco del camino que bordea la playa en su parte alta.
Visita a Ribadeo
Por la tarde nos acercamos a visitar Ribadeo ya en el límite con Asturias.
Parte posterior de la casa
Desde el mirador se ve el puerto de Ribadeo y el puente que une Galicia con Asturias sobre el río Eo, que da origen a la ría

Regresamos al hotel sobre las 7 y Pili y yo subimos a la terraza a tomarnos algo (yo una caipirinha jajajajaja). A las 8 y media Pili bajó a cenar y yo me quedé en la habitación porque estaba muy cansada.


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