lunes, 10 de agosto de 2020

Junio, 28, a julio, 5, 2020: Allariz, Baltar y Parque Natural Gerês-Xurés (Chus y María) - Parte 1


Domingo, 28/06/2020:

Recorrido por Allariz  

El coronavirus ha hecho que este verano de 2020 sea diferente. Uno no se plantea viajes largos ante la posibilidad de contagio o de confinamiento lejos de tu propia casa. Así que, recorrer tu tierra más cercana, tu región, se presenta como una posibilidad tentadora y sugerente. Y nuestra primera elección fue esta: sur de Ourense, ya cerca de la frontera con Portugal, en Baltar. Y camino de allí nos detuvimos en Allariz, una villa ourensana que, si bien yo conocía, ha cambiado mucho a lo largo de los últimos veinte años:

Allariz es una villa de origen medieval que guarda un encanto muy especial rodeado de leyendas. Parece ser que fue fundada por el rey suevo Alarico. Sin embargo, la zona estuvo poblada desde mucho antes como lo prueban los restos de castros que se encuentran en los alrededores. El río Arnoia la atraviesa dando la oportunidad de realizar hermosos paseos por sus orillas. 

De su importancia habla el hecho de que Alfonso X el Sabio fuese educado aquí y que los restos de Doña Violante reposen en el Monasterio de Santa Clara. No obstante, parece ser que las leyendas sobre el hombre lobo, el Sacamantecas, son casi más conocidas que la propia historia de la villa. Se cuenta que en el siglo XIX, un criminal de apellido Romasanta fue juzgado por licantropía en Ourense. En las actas del juicio se recogen sus relatos contando cómo se transformaba en lobo y cómo asesinaba a niños y mujeres para extraerles la grasa corporal (de ahí el nombre).

Nada más aparcar, nos encontramos con la típica construcción de la villa: casa de piedra con balconada en la que destacan las sujeciones de la misma. 

Desde aquí, bajamos hacia el río, para pasear por una de sus márgenes. Si se lo recorre en su totalidad se pueden ver antiguos molinos que han sido rehabilitados y convertidos en taperías o restaurantes. Incluso se puede ver una antigua fábrica de cuero que actualmente funciona como museo-restaurante (precisamente en donde comimos nosotras). A continuación, las primeras fotos por ese paseo: 


  




Vistas de la fábrica museo restaurante en donde comimos

El paseo junto al río es muy agradable y se disfruta de la naturaleza, tanto en forma de flora como de fauna:

                                                          Nenúfares
Flor del magnolio








 






La curiosidad del gato a nuestro paso

Desde el río, subimos al casco viejo de la villa. Los historiadores dicen que hasta 1848 conservó el burgo medieval más auténtico de toda Galicia. Sin embargo, después de décadas de abandono, fue declarado conjunto histórico-artístico en 1971 y, tras una recuperación integral, recibió en 1994 el Premio Europeo de Urbanismo. 

Paseando paseando, llegamos al Cruceiro de Vilanova, de estilo gótico. Se alza sobre una grada de tres escalones de sección cuadrada hecha en granito. Destaca su capitel, muy decorado, con caras de ángeles en los cuatro lados. En la parte superior, la cruz figurativa recoge a Cristo crucificado en un lado y en el otro la Piedad, la Virgen con el cuerpo de su hijo muerto en el regazo.  





Junto al cruceiro está la iglesia de Santa María de Vilanova, que acoge también un cementerio. Se trata de una iglesia románica del siglo XIII aunque su fachada ha sido muy reformada y presenta pináculos de transición al gótico. 



Volviendo hacia el centro, caminamos por callejas y rincones de gran encanto hasta llegar a la Plaza Mayor, donde se ubica la iglesia de Santiago.


 



La iglesia de Santiago, de la que vemos aquí su ábside, es una obra románica que utiliza fórmulas del Maestro Mateo. Su construcción fue ordenada por la corona a finales del siglo XI, al tiempo que se iniciaba la construcción de la catedral de Santiago de Compostela. Iniciada hacia 1119, es una de las iglesias románicas más bellas de Galicia. 

También en la Plaza Mayor, encontramos A Paneira, antiguo Monte de Piedad, una casa de crédito agrícola que estuvo en funcionamiento entre el siglo XV y el XVIII. 



Desde la Plaza Mayor seguimos caminando por las callejas para encontrarnos con toda una sorpresa: calles en las que distintas y conocidas firmas de moda se han instalado dando origen a un outlet al aire libre que ha hecho de Allariz la capital del shopping

No lo parece, pero estas casitas de la rúa Fonteiriña albergan tiendas como Massimo Dutti, Nanos, Adolfo Domínguez, Roberto Verino...
 
Seguimos callejeando, disfrutando de detalles como este escudo blasonado: 



Finalmente, subimos hasta el Campo de la Feria, delimitado al este por el Real Monasterio de Santa Clara. En el centro se alza la fuente circular de Ferro Caaveiro del año 1783. 



Caminando de nuevo hacia el río para ir a comer, nos encontramos con el conjunto escultórico de la Festa do Boi. Cuatro esculturas de bronce que representan seres humanos y un buey que conmemoran esta fiesta que se celebra en Allariz desde 1317 y que tiene como origen una antigua disputa entre los vecinos judíos y cristianos de la villa. 



Chus guiando el buey

Ya teníamos hambre después de este maravilloso paseo, así que nos dirigimos a la antigua fábrica de cuero para comer. Empezamos comiendo fuera pero empezó a chubiscar y tuvimos que refugiarnos en el antiguo patio en el que se teñían las pieles.





                                                        Exquisita empanada de pulpo
                                                         Carne roja a la piedra


Y dejamos atrás Allariz para llegar a Baltar, en donde nos alojábamos, en Casa Rousia. Ya os hablaremos de ella y de sus propietarios, solo deciros que es una casa rural extraordinaria, no solo por su situación para conocer la zona, sino también por el silencio y la paz que se respira en su jardín, por su piscina que puedes usar todo el año y... por su excelente y exquisita cocina. 



El mapa refleja la zona por la que nos movimos durante la semana que siguió: la Reserva de la Biosfera del área de Allariz y el Parque Transfronterizo Gerês-Xurés. 


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