lunes, 24 de enero de 2022

Enero, 19 de 2022: Sendero azul del Cabo Udra - Bueu - Pontevedra (Chus, Matilde y María) - Parte única

Miércoles de senderismo

Miércoles, 19/01/2022:


Sendero Azul del Cabo Udra, Bueu (Pontevedra)


La provincia de Pontevedra cuenta con varios "senderos azules" que permiten descubrir su patrimonio natural y cultural. Son caminos perfectos para conocer y recorrer gran parte de sus municipios y enamorarse de la costa de las Rías Baixas. He aquí la lista:

- Municipio de Sanxenxo: Sendero Mágico de A Lanzada, que comunica los puntos de la playa de Foxos con Areas Gordas y A Lapa. En poco más de 3 km de longitud nos encontramos con una de las playas más famosas de Galicia, un yacimiento arqueológico y la ermita de A Lanzada.

Otro sendero es el que parte del Puerto Deportivo de Sanxenxo hasta Portonovo y que ya hicimos Chus y yo en su día. Pasa junto a la playa de A Panadeira, recorre el paseo de Silgar, el parque de Punta Vicaño y el Paseo de Baltar, hasta alcanzar el centro de Portonovo. El recorrido finaliza en la playa de Caneliñas. 

Un sendero más: el tramo Major-Montalvo, con 6.45 km de longitud, comunica ambos puntos y permite acercarse hasta el mirador ubicado entre las playas de Montalvo y Pragueira. Desde Montalvo la ruta sigue hasta la playa de Paxariñas. Otros tramos son el que se inicia en el centro de la playa de Canelas hasta los acantilados de Punta Cabicastro y el que comunica la punta Festiñanzo y la playa de Areas.   

- Senda Litoral do monte de A Guía (realizada hace poco por nosotras)

- Roteiro de Donón en Cangas: Discurre por algunos de los lugares más emblemáticos del municipio. Veremos playas como la de Meduiña, Francón y Areacova, el Espacio Natural Protegido Costa da Vela y el Complejo Dunar de Nerga-Barra-Melide, así como el mítico monte O Facho, faros como el de Cabo Home, el de la Punta Robaleira y el de Punta Subrido, el Puerto Deportivo y la playa de Rodeira, entre otros muchos puntos de interés. 

- Sendero Azul del Río Verdugo (Ponte Caldelas): Discurre por las parroquias de Santa Eulalia de Ponte Caldelas y de Santa María de Caritel, así como los lugares de Ponte Caldelas, Sorreira, Laxoso de Abaixo, Fraga y O Portasouto. 

- Sendero Litoral de Baiona: Se inicia cerca del monumento de Encontro entre dos mundos. Discurre por el paseo que rodea el conocido como Monte Boi y permite conocer la Fortaleza de Monterreal, el Monte Real Club de Yates de Baiona, la playa de A Ribeira, la playa de Santa Marta y el puente románico de A Ramallosa.

- Senderos azules de Marín: Destacamos la Ruta das Praias, en la que se pueden ver los Petroglifos de Mogor. Tiene 8 km de longitud y se inicia en la playa de Portocelo. La Ruta de los Montes permite conocer los Molinos del río Lira y la iglesa de Santa María del Campo.

- Camiño a Beiramar (Vigo): Comienza en la Avenida de Madrid y transcurre paralela al río Lagares a lo largo de más de 8 km, hasta llegar a las proximidades de su desembocadura. En este punto se bifurca en dos direcciones: una de 4,5 km hasta la playa del Adro y otra de 2,6 km hasta el arenal de Canido. 

- Senda Perimetral Bao-Xastelas (A Illa de Arousa): Comienza en la playa de O Bao y el Espacio Natural de O Carreirón, incluido en la Zona Protegida Complejo Intermareal Umia-O Grove-A Lanzada-Punta Carreirón y Laguna Bodeira. En él destaca la playa de Camaxe, con sus 700 m de longitud. 

- Senda entre Faros Illas Cíes (Vigo): Discurre por los caminos que conducen al Faro de Cíes y al Faro do Peito. Se inicia junto a la caseta de información y va hacia el sur, con un total de 3,5 km, pasando por las playas de Rodas, el Lago dos Nenos y el Centro de Información del Parque hasta llegar al Faro de Cíes. 

Hacia el norte se puede realizar un recorrido de 2,5 km para llegar al Faro do Peito, que pasa por el Complejo Dunar de Muxieiro-Figueiras, la playa de Figueiras y el observatorio de aves. 

- Sendero del Cabo Udra (Bueu): Se encuentra entre la ría de Pontevedra y la ría de Aldán. Está declarado como parte de la Red Natura 2000.

Pues bien, este último es el que realizamos el miércoles, 19 de enero. 

Dejamos el coche junto al Aula de la Naturaleza, antigua batería militar. Aquí hay una pequeña cafetería, pero cuando quisimos tomar algo en ella al terminar la ruta acababa de cerrar. 

Iniciamos el recorrido. A nuestra derecha queda la ría de Pontevedra. Y nosotras nos acercamos a la punta en donde se empieza a vislumbrar la ría de Aldán.




Chus contemplando el horizonte desde la punta del Cabo

Empezamos ya a caminar. Es un sendero ancho que discurre paralelo al océano, bordeado por enormes rocas que presentan formas redondeadas debido a la erosión del viento, que ha jugado con ellas durante siglos y las ha moldeado dando lugar a un paisaje de apariencia mágica. 


Algunos paneles explicativos están en muy mal estado. Otros aún se pueden leer. 




En la foto inferior, Chus iba a posar con la enorme roca, pero de repente escuchó un ruido parecido al sisear de una culebra o algo así y salió escopetada. Afortunadamente, la pude pescar cuando estaba girando la cabeza alertada por el sonido.


Y en la foto que sigue, hecha por Mati, vemos la belleza del océano. La pequeña punta de tierra que se ve surgiendo detrás de la línea de la costa corresponde a las Islas Cíes, porque más allá de la ría de Aldán se abre la ría de Vigo. 

Así, llegamos al área recreativa en la que se encuentra la playa de Ancoradouro. Había caballos, en este caso cuidados por unos paisanos, pero muchas veces se ven en esta zona caballos sueltos.



La playa de Ancoradouro es pequeñita, pero muy agradable. Buen sitio para los días soleados del mes de mayo, cuando aún no se llenan las playas de la costa. 


Casi llegando a la playa, yo. Chus caminando detrás. Mati, la autora de la foto

Desde la playa de Ancoradouro, y junto al portón de una gran casa, se abre un caminito estrecho que sigue, una vez más, la línea de la costa. Atrás queda la playa.


Las vistas siguen siendo magníficas: La isla de Ons (la grande) y la de Onza (la pequeña) en la boca de entrada de la ría de Pontevedra.


Más adelante, nos encontramos con un curioso humedal que no hubiéramos esperado ver ahí. 



Aquí viven numerosos anfibios y a menudo vienen a beber numerosas especies de la zona del Cabo de Udra, como jabalíes y caballos. 

Después de rodear ese montículo, volvimos al área recreativa.


Pero en vez de subir directamente por el camino que se ve al fondo y que nos llevaría hasta el coche, cogimos la carreterita que se ve descendiendo a la derecha del parque, directas a la playa Mourisca. 

 Hay un momento en que es necesario descender a la playa porque el sendero termina. 


Pero cuando la playa se acaba, se recupera el camino, justo en donde estaba la antigua fábrica de salazón. Es un amplio edificio de piedra hoy abandonado. Nos acercamos hasta la puerta enrejada y pudimos entrever su interior. Da la impresión de que lo están restaurando.

Dejamos la playa atrás y seguimos por un estrecho sendero. 


Hay un momento en el que tuvimos que decidir si seguirlo hacia abajo o tirar hacia arriba. Daban ganas de ir hacia abajo, en donde está la pequeña playa nudista de Pedrón. Pero la idea de luego tener que subir todo el monte para llegar hasta el coche nos echó para atrás. Así que hacia arriba. 


Llegamos de nuevo a la pista principal, la ancha de tierra por la que habíamos llegado con el coche hasta la cafetería. Es un tramo llano, sin dificultades, que te permite llevar la vista al horizonte, contemplando la ría de Pontevedra, adivinando los pueblos y villas de enfrente (Portonovo, Sanxenxo, Raxó, Combarro...), disfrutando del sol en la cara y de la grandeza del mar, dentro de la ría primero y después en la amplitud del océano. 

Y a lo lejos, en medio de las olas, aparecen majestuosas las islas de Ons. 


Y cuando llegamos al coche, la naturaleza nos regaló una bellísima puesta de sol que estuvimos contemplando bastante rato.



Finalmente, vuelta a Vigo disfrutando de las vistas de la ría de Vigo al cruzar el puente de Rande. 





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