domingo, 12 de febrero de 2023

Febrero, 11 de 2023: Ruta de la Central Hidroeléctrica del Tambre (Pili, Rosa, Marusela y María) - Parte única

Sábado de senderismo

Sábado, 11/02/2023:


Ruta de la central hidroeléctrica del Tambre (Noia)

Hay que aprovechar este magnífico mes, de cielos azules, para hacer algunos recorridos por los montes gallegos, algo que te llena de energía. En esta ocasión, decidimos hacer esta ruta, que alguien había promocionado en Facebook, sin especificar exactamente el camino a seguir, por lo que la completamos con Wikiloc y con mucho de decisión propia sobre por dónde ir. 


Sobre las 11 estábamos aparcando el coche junto a la central. Realmente merece la pena ir hasta allí aunque no se haga ninguna ruta, solo por el placer de ver esta joya arquitectónica modernista, uno de los edificios más relevantes de la zona. 


El autor de esta belleza fue Antonio Palacios, el mismo que diseñó el Palacio de Correos o de las Comunicaciones, así como también el Círculo de Bellas Artes, inaugurado en 1926 y que es uno de los edificios más representativos de Madrid. También es el autor del famoso Teatro García Barbón de Vigo, el Templo Votivo de Nigrán o el Templo de Veracruz en O Carballiño. 

En 1924, Antonio Palacios recibió el encargo de remodelar un antiguo secadero de pescado que pertenecía a los monjes cistercienses del Monasterio de Toxosoutos (a 14 km de Noia) y estaba situado a orillas del río Tambre. La intención era crear una central hidroeléctrica enclavada en plena naturaleza. El arquitecto no solo construyó el edificio de la central, sino que diseñó una pequeña aldea, que incluía la conocida como Casa del Jefe, la de los maestros y hasta una escuela para los niños de los trabajadores. 

La central todavía está a pleno rendimiento a día de hoy y la visita resulta sorprendente, por el contraste entre el exterior modernista del edificio, con aspecto catedralicio, de ahí que se le conozca como "La Catedral del Tambre", y la maquinaria que se oye rugir en su interior. 

Por su parte, las antiguas viviendas han sido rehabilitadas para dar vida a un pequeño hotel (cerrado en este momento), el Hotel Pesquería del Tambre. Desde aquí, parten distintas rutas de senderismo, como la de la lamprea, que lleva hasta las pesquerías medievales de este pez, muy apreciado en aquella época y un importante recurso económico para los habitantes del lugar. 

Marusela en la puerta del hotel

Ya a punto de empezar nuestra ruta

Muy cerquita se halla uno de los pocos puentes colgantes de Galicia: el puente colgante sobre el Tambre. Se escoja la ruta que se escoja, es preciso cruzarlo. 


Una vez que se cruza, hacia la derecha, va la ruta de la lamprea, con una zona de pasarelas enmarcadas en el cañón del Tambre. Hacia la izquierda, el camino que cogimos nosotras, que lleva hacia el puente medieval conocido como Ponte Nafonso.




Las vistas de la central desde la otra orilla son impresionantes. 




Caminando hacia el sur, paralelas al río, llegamos a una pequeña construcción que está abandonada: O Forno Antigo (El Horno Antiguo)





Llegamos al Pazo do Tambre. Íbamos con toda la intención de visitar sus jardines, pero nos encontramos con la desagradable sorpresa de que no se permiten visitas. Nos colamos y algo vimos, hasta que un hombre nos explicó que no se podía estar allí. 



Como se puede observar, se trata de una casa señorial de estilo típico gallego, rodeada de preciosos jardines, lagos y estanques. Son 200 000 metros cuadrados de extensión a orillas del río Tambre, dedicados a la celebración de enlaces y convites.  

Su construcción, sin embargo, se debe a una familia noble portuguesa en 1898. Pertenece a la familia Buezo, que lo ha convertido en un hotel rural y, como hemos dicho, en un centro de celebraciones y banquetes. 

Solo un poco más adelante, y al otro lado de la carretera, se encuentra la iglesia de San Tirso de Cando. Rodeada por un cuidadísimo cementerio, se trata de una iglesia de mediados del siglo XVIII, con una sola nave y planta de cruz latina, que presenta la curiosidad de tener el campanario separado del edificio principal. El conjunto se completa con una artística balaustrada, que cierra la pequeña capilla del Carme, y un magnífico crucero. 




Seguimos caminando y llegamos al puente que hemos citado anteriormente, Ponte Nafonso. Este puente, que cruzamos, con lo cual estábamos de nuevo en la margen del río en la que se halla la central hidroeléctrica, señala, de alguna manera, el punto de confluencia entre el Tambre y el agua que llega del océano a través de la ría de Muros y Noia, aunque para llegar al mar todavía falta un buen trecho. 



Actualmente, un poco más abajo, hay un moderno viaducto que conduce a la carretera de Noia a Outes. Pero hasta no hace mucho, la única forma de cruzar la ría, era por Ponte Nafonso. Antaño era también usual utilizar barcas para cruzar.

No se sabe la verdadera antigüedad del puente, aunque hay quien lo relaciona por su toponimia con los reyes Alfonso IX o Alfonso II, ambos del siglo XII. Pero no se puede olvidar que muchos puentes medievales se construyeron en lugares donde ya existía un puente o paso de origen romano. Lo que sí se sabe es que hubo posteriores reformas medievales y que, durante el siglo XIX, entre los años de 1842 y 1844, sufrió una importante remodelación. De sus 27 arcos, se perdieron 7 debido a las corrientes, por lo que solo quedan los 20 actuales. 

Llama mucho la atención la anchura, de casi 5 metros, ya que la mayoría de los puentes medievales y romanos gallegos no superan los 3 metros. Se debió de tratar de uno de los puentes medievales más largos de toda Galicia, ya que todavía hoy alcanza casi los 270 m de longitud.  

Una vez cruzado el puente, nos detuvimos a comer y descansar un ratito. Y después, reanudamos la caminata... Atravesamos los pueblecitos de Mirou, Roo, Roo de Abaixo, o Castro... Finalmente, regresamos a la central para recoger el coche. Por cierto, que para volver a Vigo pusimos el GPS y se emperró en llevarnos por el medio del monte, por unos caminos forestales más que carreteras propiamente dichas, hasta que decidimos dar la vuelta... la cosa se estaba volviendo cada vez más complicada. Raro sería que no nos pasara nada especial jajajajajaja...



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