lunes, 27 de enero de 2025

Junio, 2024, del 13 al 23: LA TOSCANA (Matilde, Marusela, Pilar Fajardo, Pili y María) - Parte 6

Jueves, 20 de junio de 2024: SIENA


La visita a Siena merece mucho la pena. Solo tiene un problema: es una ciudad con muchas cuestas. Y aunque nosotras somos de Vigo, tela...

Siena es un municipio italiano, de unos 53 000 habitantes, cuyo centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1995. Según una antigua leyenda, fue fundada por Ascanio y Senio, hijos de Remo, sobre las tres colinas que ocupa actualmente. Este origen romano está relacionado con el emblema de la ciudad, la loba que amamantó a Rómulo y Remo.  

En realidad, como otras ciudades sobre colinas de la Toscana, fue, en primer lugar, un asentamiento etrusco. Fue en la época del emperador Augusto cuando se convirtió en colonia romana. Pero Siena no prosperó bajo el gobierno romano. No estaba cerca de ninguna de las principales calzadas y, por tanto, perdió oportunidades para comerciar. De ahí, también, que el cristianismo no penetrase hasta el siglo IV. Solo cuando los lombardos invadieron Siena, el territorio empezó a conocer la prosperidad. 

En ese momento, las antiguas vías romanas Aurelia y Cassia pasaban a través de zonas expuestas a los ataques bizantinos, lo que hizo que las carreteras entre las posesiones lombardas septentrionales y Roma se trazaran nuevamente, esta vez a través de Siena. Eso supuso que la ciudad prosperase como un centro comercial, a la vez que las corrientes constantes de peregrinos que pasaban desde Roma o hacia ella proporcionaban cuantiosos ingresos. 

En 1115, Siena se convirtió en un burgo autogobernado (organización social que surgió en Europa en la Alta Edad Media para proteger las ciudades de nobles anárquicos y bandidos). Así comenzó la influencia de la incipiente República de Siena. Este período fue crucial a la hora de modelar Siena tal y como se la conoce hoy día. A principios del siglo XIII se terminó la mayor parte de la construcción de la catedral de Siena y también en esta época creció la importancia de la Piazza del Campo. Se construyeron nuevas calles que desembocaban en ella y se la utilizaba como plaza del mercado. 

La República de Siena, con sus luchas constantes entre los nobles y el pueblo, estaba habitualmente enfrentada políticamente a su gran rival, Florencia. En el siglo XIII se consideró gibelina frente al carácter güelfo asumido por Florencia. Os dejo aquí un enlace por si queréis saber más de estas luchas en el contexto de la historia italiana. Este conflicto sirvió de telón de fondo de algunos episodios de la Divina Comedia de Dante. 

El 4 de septiembre de 1260, los gibelinos sieneses derrotaron a los güelfos florentinos. Antes de la lucha, toda la ciudad se encomendó a la Virgen María y cuenta la leyenda que, en el transcurso de la misma, una espesa nube blanca bajó sobre el campo de batalla dando a los sieneses la protección que les ayudó a ganar. 

A finales del siglo XIII, Siena pasó a los Visconti. Estos fueron expulsados en 1404 y se estableció un gobierno de 10 Priores en alianza con Florencia contra el rey de Nápoles. Con la elección del sienés Pio II como Papa, los Piccolomini y otras familias nobles pudieron regresar al gobierno, pero a su muerte el control volvió a manos populares. Después de numerosas idas y venidas, el rey español Felipe II, acuciado por sus deudas con los Médici, cedió la antigua república al Ducado de Florencia, más tarde Gran Ducado de Toscana. A él perteneció hasta la unificación de Italia en el siglo XIX.

Basílica de San Domenico

Habíamos quedado a las 3 junto a esa basílica con nuestro guía, así que mientras tanto nos dedicamos a recorrer Siena por nuestra cuenta. Decidimos coger esta visita guiada, porque incluía aspectos que seguramente nosotras solas no habríamos podido advertir. 

Menos mal que para llegar hasta allí, han puesto escaleras mecánicas. 

Y ya estábamos en las calles de Siena


Nos dirigimos en primer lugar a la Catedral, que no estaba incluida en la visita contratada.


Dedicada a Nuestra Señora de la Asunción, fue comenzada a mediados del siglo XII, es un ejemplo representativo de la arquitectura gótica italiana. La fachada principal, obra de Giovanni Pisano, fue terminada en 1380. El diseño geométrico (gabletes triangulares inscritos en cuadrados, circunferencias perfectas de óculos y arquivoltas) aparece enmascarado por una fastuosa decoración de pináculos y cresterías de complicado dibujo. En el frontón principal puede verse una bella imagen de la coronación de la Virgen rodeada de ángeles. 

Los laterales de la iglesia y el campanario están decorados con rayas verdosas y blancas, los dos colores que representan a Siena. 

En el campanario destacan las ventanas, que se hacen más numerosas a medida que se sube. Tiene 77 m de altura

En el interior, se puede encontrar un sinfín de tesoros artísticos: la estructura en sí provoca un juego de luces y sombras que aumentan la belleza del lugar. Tiene planta de cruz latina con crucero, cúpula y campanario. La base de la cúpula es octogonal. La linterna que la corona fue añadida por el famoso arquitecto barroco Gian Lorenzo Bernini. Las naves se dividen mediante arcos de medio punto. 


Lo que más impresiona del interior de esta catedral es el pavimento, totalmente decorado con diferentes tipos de mármol que representan escenas bíblicas o artísticas. Una parte permanece cubierta durante casi todo el año para poder preservarla y solo se descubre desde finales de junio hasta mediados de octubre, así que nos la perdimos por muy poco. 


En la foto superior vemos el mosaico conocido como "La Loba amamantando a los gemelos". A pesar de la inscripción SENA, que induce a pensar que los gemelos representados son Ascanio y Senio, se ha observado que la higuera está más bien asociada al mito de Rómulo y Remo. Alrededor del círculo central hay otros más pequeños, en donde aparecen representados los animales que simbolizan las principales ciudades de la Toscana e Italia Central: el caballo (Arezzo), el león (Florencia), la pantera (Lucca), la liebre (Pisa), el unicornio (Viterbo), la cigüeña (Perugia), el elefante (Roma) y la oca (Orvieto). En las esquinas del marco hay otros 4 animales: el león con lirios (Massa Marittima), el águila (Volterra), el dragón y el grifo (Grosetto).

Del suelo al techo. La bóveda nervada está pintada de azul y decorada con estrellas doradas

Y, de nuevo, al suelo. Este panel, fruto de una remodelación del siglo XIX, pero concebido en torno a 1373, reproduce un gran rosetón catedralicio con un águila imperial en el centro, símbolo de continuidad con Roma. El águila es también un símbolo de Cristo Resucitado


Además de la bóveda, en la parte alta de la nave central, vemos una larga fila de cabezas que nos vigilan. Son los bustos de los 171 papas que habían dirigido la Iglesia hasta entonces. Resultan muy inquietantes


En la foto superior, vemos otro mosaico del suelo. Este panel es solo una parte de un conjunto que, por ser mucho más grande, no cogía en el lugar. Se conoce como la "Alegoría de la Colina de la Sabiduría", obra de Pinturicchio, el único artista no sienés que participó en esta escena. Representa un grupo de sabios ascendiendo hacia la cima de una colina, donde se halla la Sabiduría, representada con una palma y un libro en las manos. Los Sabios han llegado a esa isla guiados por la Fortuna, representada por una doncella desnuda que sostiene una vela con una mano y una cornucopia con la otra, mientras con un pie se apoya en una esfera y con el otro, en una barca con el mástil roto. A ambos lados de la Sabiduría, están Sócrates, a quien se ofrece la palma, y Cratetes, que vacía en el mar un cesto de objetos preciosos, renunciando así a las cosas efímeras de la vida. A él se le ofrece el libro. El camino hacia la Sabiduría no es fácil, pero, una vez alcanzada, aguarda la serenidad, simbolizada por la meseta. 

El gran rosetón de la fachada visto desde el interior. Representa la Última Cena

Cuando se visita la Catedral de Siena, uno no puede perderse la Biblioteca Piccolomini, situada en la nave izquierda de la iglesia. Enamora a primera vista por sus fantásticos frescos que cubren paredes y techo. Por un momento, recuerdan a la Capilla Sixtina, salvando las distancias. Los frescos, realizados por Pinturicchio, representan escenas de la vida de Eneas Silvio Piccolomini, antes de convertirse en Papa y después. 


En el fresco de la fotografía superior, situado sobre la entrada de mármol de la Biblioteca, se representa a Pio II sentado en un trono en el centro, recibiendo la triple corona y la cruz. Las terrazas superiores están llenas de obispos. Por los costados se observan músicos. En la parte inferior, aparece un público variado y colorido.


La Biblioteca Piccolomini fue construida para preservar el rico patrimonio de libros coleccionados por el Papa Pio II. Está formada por un aula de planta rectangular y se encuentra cubierta por una bóveda de pabellón. Esta se compone de un largo rectángulo central y se afirma mediante velas y columnas de bóveda reducidas a la mitad. Los lados largos tienen 4 velas con fondo amarillo, mientras que los lados cortos tienen un penacho amarillo y dos velas rojas. El rectángulo central se divide en frisos y compartimentos geométricos, inspirados en las bóvedas del Palacio de Nerón, con el escudo de armas de los Piccolomini en una guirnalda.


Los libros de Pio II nunca llegaron a Siena. Actualmente, se exponen textos corales y antifonarios, realizados por Liberale da Verona y Gerolamo da Cremona durante el tercer cuarto del siglo XV, así como otros ejemplares hechos por Sano di Pietro, Pellegrino di Mariano, Guidoccio Gozzarelli, propiedad de la Catedral y del Hospital de Santa Maria della Scala.

La serie de frescos sobre la vida de Pio II marcó la apoteosis del espíritu pictórico narrativo del siglo XV

Las Tres Gracias, escultura romana en mármol, descubierta en el siglo XV, se halla en la Biblioteca Piccolomini




Volviendo a la catedral, fijamos la vista en su cúpula. Por ahí se llega a lo que se conoce como "La Puerta del Cielo", única parte que solo se puede hacer con visita guiada. En realidad, se trata de la azotea de la catedral, donde se visita el ático y desde donde se puede disfrutar de vistas exclusivas del interior de la iglesia desde arriba, así como de algunas hermosas panorámicas de la ciudad.


Órgano de la catedral de Siena

 Aquí vemos la cúpula de más cerca, con lo que parece ser la Puerta del Cielo. 


Arriba, podemos ver que solo he dejado iluminado el púlpito. Este soberbio púlpito gótico fue construido entre 1266 y 1268 por Nicola Pisano, ayudado por su hijo Giovanni. Es octogonal y está realizado en mármol de Carrara. Las tallas representan las distintas etapas de la vida de Jesús. Se apoya en 9 columnas de granito, mármol verde y pórfido, con los capiteles tallados. Algunas columnas descansan sobre los lomos de unas esculturas que representan leones. 

Detalle del altar mayor

En realidad, el altar está metido en una especie de nicho, enmarcado por un arco dorado. La decoración está llena de múltiples ornamentaciones, como festones, guirnaldas, cestas de frutas, jarrones, cornucopias, palmeras, lámparas, cabezas aladas, delfines, tridentes, escudos, etc

Y seguimos descubriendo el suelo:


Aquí vemos "La Masacre de los Inocentes", de Matteo Giovanni. Herodes el Grande mandó matar a todos los niños menores de dos años. La escena fue realizada en 1481 y restaurada en 1790. Es una composición con una fuerte carga dramática. La elección de este tema también se ha interpretado como una referencia a un episodio histórico: la masacre perpetrada por los turcos en 1480 tras la conquista de Otranto que tanto trastornó el mundo de la cristiandad. 


En este otro mosaico, parte del panel de "La Expulsión de Herodes", de Benvenuto di Giovanni, pintado entre 1483 y 1485, se recoge la derrota de Herodes Antipas a manos de su suegro Areta, rey de Arabia. Este hecho se consideró un castigo divino por el asesinato del Bautista. 

Detalle de uno de los muros laterales de la Catedral

Llenas de belleza, salimos al exterior para contemplar una vez más la fachada.


Justo al lado de la Catedral se abre un espacio con una estructura inacabada: Il Facciatone, conocido también como el Mirador Panorama. En 1399, se planeó una ampliación de la catedral que la hubiera convertido en la más grande de Italia. Lamentablemente, la Peste Negra estalló en 1348, llevando a la muerte al 70% de la población sienesa. Estos son los restos de la construcción interrumpida, con una terraza al aire libre que ofrece impresionantes vistas de 360º de la ciudad.  


Para acceder al Facciatone hay que hacerlo a través del Museo dell'Opera del Duomo, un museo fundamentalmente de arte religioso. Es uno de los museos privados más antiguos de Italia, que data de 1869. Son muchas las obras dignas de mención: el Tondo de Donatello, que representa a la Virgen con el Niño; la Virgen con el Niño y el Cardenal Casini, obras de Jacopo della Quercia; la Majestad, de Duccio; las diez estatuas de los santos, de Giovanni Pisano; la Natividad de la Virgen, de Pietro Lorenzetti; el Jesús Muerto, y mucho más.


La Madonna del Perdón, atribuida a Donatello, esculpida en mármol con incrustaciones de vidrio azul

Estatua de Simeón, de Giovanni Pisano, que se encontraba en la fachada de la Catedral

Una vidriera del ábside de la Catedral de Siena. Obra realizada entre 1287 y 1290. Las tres partes centrales representan la Dormitio, la Asunción y la Coronación de la Virgen. En el primer panel de abajo, dos apóstoles ponen a la Virgen en un sarcófago, mientras los otros se reúnen alrededor acompañados por tres ángeles. En el medio de todos ellos se ve a Jesús en postura de bendición. En el medio, la Virgen, sin pecado y, por tanto, preservada de la corrupción de la carne, no tiene que esperar al fin de los tiempos, como las otras criaturas, y puede subir directamente al cielo, en alma y cuerpo. En la parte superior, es coronada

Los Apóstoles

El mito de la fundación de Roma relacionado con los gemelos Rómulo y Remo, es, sin duda, el hecho más conocido de la historia del país. Sobre este mito, nace y se desarrolla la leyenda de los orígenes romanos de Siena. La historia relata que la ciudad fue fundada por los hijos de Remo quienes, para salvarse de la ira de su tío Rómulo, huyeron de Roma llevándose consigo la Loba Capitolina, sustrayéndola del templo de Apolo

Desde el Museo hay que subir más de 200 escalones por unas estrechas escaleras para disfrutar de las vistas desde la terraza del Facciatone. 

Vista de la Piazza del Duomo mientras subía

Vista del Duomo y el Campanile desde el Facciatone


Vista de los tejados de Siena desde el Facciatone





Vista de la Torre del Mangia

Una de las vistas que se obtienen desde el Facciatone es esta torre de la fotografía superior. Se alza en la Piazza del Campo y fue construida entre el 1325 y el 1348. Es una de las torres más famosas de la Toscana que, con sus 87 m (102 con el pararrayos) es la tercera torre italiana antigua de mayor altura. Tiene la misma altura que el Duomo, como signo de que la Iglesia y el Estado tenían el mismo estatus en la época medieval. Es el símbolo de Siena. Se dice que en los cuatro ángulos de la torre fueron enterradas monedas con inscripciones latinas y judías para la buena suerte. 

Debe su nombre a su primer campanero: Giovanni di Balduccio. Era conocido, porque derrochaba el dinero, sobre todo en buenas comidas, por lo que fue apodado "Mangiaguadagni" ("comía lo que ganaba"). Su encargo no duró mucho tiempo, ya que en 1360 se instaló el primer reloj, pero su apodo permaneció vinculado a la torre. 

Otra versión atribuye el nombre a los altos costos de construcción y manutención de la Torre, que se comía gran parte del dinero público. 

Hay que subir más de 300 escalones para alcanzar la terraza desde la que se obtienen unas vistas panorámicas de la ciudad magníficas. 

Vista con zoom de la Piazza del Campo desde el Facciatone

Detalle con zoom de la parte alta del Mangia

Al descender del Facciatone, se vuelve a pasar por el Museo. 

Giovanni Dupré, "El Sueño de la Inocencia"
Madonna y Niño con santos y ángeles. Maestá, por Duccio

El ciclo de la Pasión de Cristo

Seguimos aprovechando las entradas que habíamos comprado con anticipación por internet. 

En este pequeño rincón se encuentran el Baptisterio y la Scalinata di San Giovanni que lleva a la Cripta de la Catedral de Siena. 

Descendimiento de Cristo en la Cripta del Duomo de Siena
En la Scalinata

Bóveda central del Baptisterio del Duomo de Siena

Los frescos del Baptisterio del Duomo de Siena son los más representativos de la pintura sienesa del siglo XV

Otra perspectiva del techo

Este Baptisterio fue construido entre 1316 y 1325 con una fachada de estilo gótico que rivaliza en belleza con la de la Catedral. Está dividido en tres naves con una bóveda ojival. Pero el protagonista, sin duda, es la fuente bautismal en bronce y mármol, situada justo en el centro. Se dice que aquí trabajaron los artistas italianos más importantes del Quattrocento.

Políptico de Andrea Vanni, del siglo XV, en el Baptisterio

Teníamos que ir acercándonos al punto de encuentro con el guía, así que iniciamos el recorrido por una de las calles. 


Cuestas y más cuestas en Siena

Y empezamos nuestra visita guiada. En la Basilica de San Domenico, como dijimos anteriormente. 


Esta basílica está dedicada a Domingo de Guzmán. Se empezó entre los años 1226 y 1265, pero se amplió en el siglo XIV para adquirir el aspecto gótico actual. Es un gran edificio, como muchos edificios contemporáneos de órdenes mendicantes, en ladrillo, con un airoso campanario a su izquierda (su altura se redujo después del terremoto de 1798). El interior tiene planta de cruz egipcia con una enorme nave central.

Vista de la basílica desde las calles de Siena

Ha sufrido muchas vicisitudes a lo largo de los siglos: incendios, ocupaciones militares, terremotos... También se le añadieron elementos barrocos en los siglos XVII y XVIII, que luego se eliminaron para recuperar la antigua forma gótica. La fachada es lisa y sin decoración. Aquí se conserva la cabeza incorrupta de Santa Catalina de Siena. 


La foto superior tiene su sentido, porque el guía nos acababa de explicar que Siena está dividida en 17 contradas (una contrada es un distrito dentro de una ciudad italiana, las más conocidas son las de Siena, que participan en la carrera del Palio di Siena). Cada contrada recibe su nombre de un animal o un símbolo y cada una tiene su historia y escudo de armas propio.

Estos distritos se fundaron en la Edad Media para suministrar soldados a las compañías militares mercenarias que estuvieron contratadas para defender Siena cuando luchaba para independizarse de Florencia y de otras ciudades-estado. Cuando Siena se independizó, las contradas perdieron sus funciones administrativas y militares y se convirtieron en áreas de orgullo cívico de los residentes, desarrollando una especie de patriotismo para defender a los habitantes de cada zona de la ciudad. A partir de ese momento, cada acontecimiento importante (bautismos, muertes, matrimonios, vacaciones, victorias en el Palio, incluso vino o festivales gastronómicos) se celebraba solo dentro de una contrada. Tienen su propio museo, su fuente y una sede central donde los miembros se reúnen. También su propia pila bautismal. 

La contrada se define por el lugar de nacimiento y su pertenencia se mantiene a pesar de una boda o de un traslado a un nuevo hogar.

Estas son las contradas de Siena: águila, oruga, caracol, lechuza, dragón, jirafa, puercoespín, unicornio, loba, concha, ganso, ola, pantera, selva, tortuga, torre y valle del carnero. 

Siguiendo al guía, llegamos a la Piazza Matteotti. 

Muchos de estos edificios se han convertido en pisos turísticos o albergues

Fuente bautismal de la contrada del Dragón, Piazza Matteotti. La figura representa un juego típico en las contradas


En la foto superior, la Piazza Salimbeni, rodeada de edificios históricos y con la estatua del archidiácono Sallustio Bandini en el centro. Es uno de los rincones más bonitos de Siena.

A mano derecha, vemos el Palazzo Spannocchi, un edifico histórico de estilo renacentista que, junto a los palacios Tantucci, de estilo manierista, y Salimbeni, de estilo gótico, conforma un conjunto arquitectónico de gran valor. 

El acabado de la fachada es un almohadillado corrido de piedra arenisca, con portales coronados con arcos de medio punto. Bajo la cornisa se disponen 47 bustos cortos, separados por ménsulas, en su mayoría de emperadores romanos y de personajes ilustres.  


En el centro, el Palazzo Salimbeni, de estilo gótico y relacionado con una importante familia de mercaderes. En la actualidad alberga las oficinas principales de la Banca Monte del Paschi de Siena, uno de los bancos más antiguos del mundo. Fue construido en el siglo XIV y remodelado en el XIX en estilo neogótico, con detalles que incluían almenas, bandas lombardas debajo de ellas y las triples ventanas ojivales con maineles inspirados en el Palacio Público de Siena. 

La escultura, como ya hemos dicho, es un monumento a Sallustio Bandini. Este archidiácono tuvo una brillante carrera académica. En 1737, escribió el ensayo que lo hizo famoso: Discorso sopra la Maremma di Siena. Un año antes de su muerte decidió donar su impresionante biblioteca a la ciudad de Siena. Hoy, esos libros forman el núcleo principal de la actual Biblioteca Municipal de los Intronati. 

Llegamos entonces a la Piazza Tolomei, una de las más antiguas de Siena. Está presidida por el Palazzo Tolomei, construido en 1275 por la acaudalada familia del mismo nombre. Delante del palacio se puede ver una antigua columna con una loba de hojalata y, en uno de los laterales, la iglesia de San Cristóforo, una pequeña iglesia románica construida en el siglo XI que guarda un precioso claustro. La fachada muestra 4 columnas que se incorporaron a partir del terremoto del siglo XVIII, además de añadirse dos estatuas neoclásicas.  




Alcanzamos la Piazza del Campo. Tiene forma de abanico y aquí se encuentra el Palazzo Pubblico o Ayuntamiento (siglo XIV). El edificio, además de ser una gran obra de arquitectura, alberga un importante museo de arte. En esta plaza es donde se celebra la famosa carrera de caballos el Palio delle Contrade, que tiene lugar dos veces al año (el 2 de julio y el 16 de agosto) y en la cual, tanto jinete como caballo representan cada uno de los 17 distritos de la ciudad. 
 

Hubiera sido estupendo disfrutar de esta plaza a primera hora de la mañana, con poca gente, para observar detenidamente cada uno de los diferentes edificios históricos de arquitectura medieval que la rodean.

Como se aprecia por la fotografía superior, el Palacio Público o Comunal es un ejemplo perfecto de arquitectura gótica civil. Construido entre 1297 y 1310 como sede del Gobierno de los Nueve de la República de Siena, destaca por su fachada de ladrillo culminada con un gran disco de mármol blanco, con el monograma de Cristo, mientras que más abajo está el escudo de los Medici.  


Otro de los notables edificios de la plaza, es el Palazzo Sansedoni. 


Es el más notable de los edificios de propiedad privada que rodean la plaza. Fue construido a principios del siglo XIII. La majestuosa fachada actual, en ladrillo vista, se remonta a una reestructuración del siglo XVIII, en estilo neogótico. 

Vista general de la Piazza del Campo

El guía nos explicó que ya estaban preparando la plaza para el 2 de julio. En la fiesta del Palio, Siena explota. El olor a carne asada inunda la ciudad. La gente vive prácticamente en la calle. Las contradas están listas para la competición. En la ciudad más anticlerical del mundo, costumbres, odios, pasiones y prejuicios han estado presentes durante siglos y siguen perpetuándose.


En Siena, la lucha entre el poder público y la Iglesia siempre ha sido encarnizada. Los grafitis blasfemos se superponen a las pintadas escritas con sangre de toro (aparecen por doquier en las excavaciones arqueológicas). El mayor ejemplo de esta situación es, precisamente, este: la iglesia, en forma de lanza, parece atravesar el cielo. Pero la aguja de la cúpula del Ayuntamiento, frente a frente a la de la iglesia, es un metro más alta que esta (eran iguales en la Edad Media, como ya hemos señalado)

La batalla entre los barrios es el motor de la ciudad. Los símbolos de la propia contrada se exhiben con orgullo. El mayor éxito y la mayor ofensa es robar un símbolo enemigo. 

A las 4 de la tarde del día de la fiesta, se celebra el acontecimiento más importante: el Palio. Cada barrio compite con un caballo en la carrera alrededor de la plaza, preparada para la ocasión. Dos vueltas a la plaza separan a la contrada ganadora de la gloria. Los balcones y ventanas de los edificios se alquilan a precios altísimos. 

El guía nos explicó, también, que los jinetes, conocedores de las posibilidades de los caballos, se reúnen antes de la carrera y acuerdan que los jinetes con monturas inferiores cobren por dejarse ganar y otros lo hagan por entorpecer a los favoritos. Solo hay una regla: ningún caballo puede adelantarse en la salida. Hay caballos que resbalan en la curva que vemos en la foto superior, pero, aún descabalgando al jinete, pueden continuar. El que gana es el primer caballo que pasa la meta, esté montado o no. 

Vista completa de la fachada del Palazzo Pubblico

Después de descubrir que la tal carrera es poco menos que un fraude pactado entre los participantes, nos alejamos por las callejas de Siena con el guía. 

Detalle de un llamador


Iniciamos entonces la visita por la que realmente habíamos contratado al guía: el Hospital de Santa Maria della Scala. 

Antiguamente fue un importante hospital para peregrinos, pero hoy es un auténtico museo que recoge todo el pasado de Siena. 

Especie de silo para guardar el grano y otros alimentos



Este hospital para peregrinos fue fundado alrededor del siglo IX, pero también daba cobijo a pobres, huérfanos y enfermos. El gran complejo se desarrolla a través de varios niveles: en la planta baja se pueden admirar los vestigios de la época de oro de Santa Maria della Scala, cuando era el hospital más antiguo y grande de la Via Francígena. Atendía a los peregrinos que viajaban a Roma y sustentaba a los pobres y a los niños abandonados. Según una leyenda medieval, su fundación tuvo lugar en el siglo XI de la mano de un zapatero después de haber tenido una visión en la que la Virgen recibía en el cielo a unos niños que subían por una escalera milagrosa (de ahí el apelativo "della Scala")



En realidad, fue fundado por los canónigos de la Catedral que delegaron, bajo la dirección de un rector, en los llamados "Oblatos de Santa María", laicos consagrados por diversas circunstancias, viudos y viudas jóvenes, personas en sus últimos años de vida u otro tipo de voluntarios, como la propia Santa Catalina de Siena, que consagró gran parte de su corta vida a atender a los necesitados. 

Uno de los frescos que podemos ver aquí: Nuestra Señora de la Misericordia

Una de las bóvedas del hospital


Es increíble la cantidad de obras de arte que hay aquí escondidas. La atención a los huérfanos se constata desde la primera mitad del siglo XIII, cuando una parte del edificio se acondiciona para recibir a 300 niños, a los que no solo se les daba comida y refugio, sino también educación, oficio y seguimiento a lo largo de su vida. A las chicas se les garantizaba un matrimonio digno gracias a la asignación de una buena dote. 

En la foto superior tenemos la Arliquiera de Vecchietta. Es un temple sobre tabla, una estructura de madera diseñada para encerrar las preciosas reliquias del hospital en un nicho en la pared de la Sacristía del Spedale di Santa Maria della Scala. En su cara exterior, muestra una serie de santos y beatos particularmente venerados en Siena. Los miembros de las principales órdenes religiosas fueron hábilmente yuxtapuestos con miembros de las órdenes laicas asociadas con ellos. Así, debajo del dominico Ambrogio Sansedoni, aparece la terciaria dominicana Catalina de Siena. Justo encima de los enormes cerrojos metálicos está representado el beato Agostino Novello. Se cree que este fraile agustino escribió la regla para la comunidad hospitalaria de los terciarios agustinos y, en consecuencia, se muestra en el acto de otorgar el manto del cargo a la figura arrodillada de un rector. 

En la parte superior del conjunto se colocó una secuencia de 4 pinturas que representan al Arcángel San Gabriel y la Virgen de la Anunciación, en los extremos, y en el centro, la Crucifixión y la Resurrección. De hecho se cree que en el interior se conserva uno de los clavos que se usó en la Crucifixión.

Pasamos luego a ver la Iglesia de la Santissima Annunziata.  


Se levantó a mediados del siglo XIII, en un período de expansión del edificio. En la segunda mitad del XIV, varios artistas participaron en una profunda transformación. El aspecto actual se debe a otra intervención del siglo XVIII. 

Tiene una fachada lateral abierta a la Piazza del Duomo, realizada en ladrillo con ventanas ciegas góticas sobre las que aparecen grandes ventanas de medio punto renacentistas, algunas de ellas también ciegas. Su portada neogótica está abierta al lado del Evangelio de la iglesia. Carece de fachada principal, porque los pies abren al atrio del hospital. 

Presenta una planta rectangular de nave única, cubierta con un impresionante artesonado de madera, y presbiterio semicircular elevado sobre una amplia grada, con cripta subterránea. A fines del siglo XVII, se redecoró la iglesia, añadiendo cuatro altares laterales con frontón triangular sostenido por columnas corintias. Albergan una Asunción, una Anunciación, una Visión de Santa Teresa y un Crucificado. 

El altar mayor, de mármoles, fue rematado por un Cristo Crucificado de bronce de 1476. Además, el ábside cuenta con una sillería de madera y, a la izquierda, hay un órgano de tubos del siglo XVI. En el siglo XVIII, se redecoró el ábside, sustituyendo una Coronación de la Virgen por una gran escena del Evangelio de San Juan, en la que unos enfermos están reunidos alrededor de una piscina con la esperanza de una curación religiosa. 

Cubiertas abovedadas decoradas al fresco en el siglo XV

Otra parte del complejo lo forma el Palazzo Squarcialupi, con 4 niveles: en el bajo, que se abre a la Piazza del Duomo, donde se ubicaba la Capella delle Fanciulle (la capilla de las doncellas), hay dos tramos recubiertos por bóvedas decoradas al fresco en el siglo XV. Se conserva una Trinidad junto a los santos Felipe y Lorenzo y una monja en oración, en alusión al uso exclusivo del lugar por parte de mujeres. También fragmentos de lo que se ha identificado como Las Santas Mujeres ante el Sepulcro de Cristo y La Oración en el Huerto. Además hay una Crucifixión y la Madonna de la Misericordia (que ya vimos en una foto anterior) con ángeles y fieles que invocan su protección.  


En la foto superior vemos un fresco de Domenico di Bartolo. Esta escena representa la suntuosa procesión, con el Obispo a caballo en el centro, llegando a las obras del hospital. Destacan las vestimentas de los personajes. El gigantesco edificio central que aparece en el fondo y el resto de arquitecturas muestran elementos góticos combinados con elementos típicos renacentistas.


Arriba, el Sueño de la Madre del Santísimo Sorore, de Lorenzo Vecchietta. El pintor retrató el sueño de la madre del legendario fundador del hospital quien, incluso antes de su nacimiento, había previsto la vocación caritativa de su hijo y su responsabilidad en la fundación de la prestigiosa institución hospitalaria. Los niños abandonados al cuidado del hospital están representados mientras suben una escalera hasta llegar a la presencia de la Virgen. En el lado derecho, Sorore aparece representado en el momento en el que se le confía el primer rectorado. 

Encontramos aquí otra versión de la matanza de los inocentes, de Matteo di Giovanni

Como pinacoteca en la que se ha convertido el hospital, celebran exposiciones de arte moderno que también son dignas de ver. Abajo vemos dos obras de El Moot Moot, un artista del siglo XXI. La de la derecha, según se mira, se titula L'Enfer (2017) y la otra, Le Paradis (2016)


Otra de las obras que se exponían, sobre la que no he podido encontrar información

Además de pintura, el complejo alberga importantes obras escultóricas: 


En la fotografía superior, aparece representada Aca Larentia, que protagoniza dos leyendas en la mitología romana. La primera está situada en la época de Rómulo y cuenta que era una de las mujeres más bellas de Roma. Hércules la ganó en una partida de dados al guardián de su templo. Una vez la hubo disfrutado, le aconsejó que se pusiese al servicio del primer hombre que encontrara. El afortunado fue un etrusco rico llamado Tarucio, que se casó con ella. Cuando él murió, ella heredó toda su fortuna, pero se la legó al pueblo. Ya anciana, desapareció sin dejar rastro junto a la tumba de la otra Larentia, protagonista de la segunda leyenda. 

En este caso, Aca Larentia era la esposa de Fáustulo, pastor que había salvado las vidas de Rómulo y Remo. Tuvo con él 12 hijos y, a la muerte de uno de ellos, Rómulo tomó su lugar. Junto con los otros 11 se formó el colegio de los hermanos Arvales. Aca Larentia pudo ser la Lupa que amamantó a los gemelos. 

A todo esto, menos mal que íbamos con el guía, porque el complejo es un verdadero laberinto. De hecho, nos contó que, para ampliar el edificio, habían tirado las casas de una calle para dejar solo las de la otra acera.


Bajando a las entrañas de la tierra, está la ciudad antigua de Siena. Es un entorno evocador que hoy alberga el Museo Arqueológico. Las galerías, ubicadas dentro de los túneles utilizados en la época medieval como lugar para almacenar alimentos y vino, excavadas en la piedra arenisca, ofrecen una oportunidad de viajar en el tiempo. Además de la magnífica sección de urnas (de las que vemos a continuación un ejemplo hecho en alabastro), hay jarrones, utensilios para banquetes, etc.






Ya fuera de Santa Maria della Scala (la gran desconocida de Siena, salvo nosotras y otras dos personas no había nadie más visitándola) seguimos con los bonitos rincones de las callejas de Siena, una vez que nos hubimos despedido del guía. 


Decoración de amapolas a la entrada de una tienda

Il Porcellino, a la entrada de otra

Jazmín estrellado


Cuando ya volvíamos hacia el coche, encontramos a los pies de la Basílica de Santo Domingo, Fontebranda, la fuente más antigua e imponente de Siena. Es una fuente medieval del siglo XIII, aunque sus orígenes se remontan al siglo XI. Presenta tres arcos ojivales en estilo gótico y cuatro chorros de leones con el escudo de la ciudad de Siena en el centro. 

Como curiosidad decir que, como todas las fuentes medievales tradicionales, dispone de tres cisternas: una para el consumo de agua potable; otra, para los animales, y la última, alimentada por las otras dos, para usar como fregadero. 

Día completito y muy aprovechado. Desde luego, Siena es una preciosidad. 





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