lunes, 22 de noviembre de 2021

Viaje a Japón: 20 de abril a 23 de junio de 2019 (María, visita a Lara y familia) - Parte 7

 

Miércoles 22/05/2019 

Viaje a Japón

Chiyoda (Marunouchi) - Chuo (Ginza - Tsukiji - Jardines de Hamarikyu) 

Otro día de recorrido por mi cuenta. Tomé el tren y salí en la estación de Otemachi. Mientras pensaba para qué lado tirar, me fijé en estos edificios y entré... oficinas y más oficinas. 


Y de nuevo la arquitectura llamando mi atención.


Marunouchi es un animado distrito financiero (los tres bancos más grandes de Japón tienen aquí sus sedes) situado en Chiyoda, entre la estación de Tokyo y el Palacio Imperial. El nombre, que significa "dentro del círculo", proviene de su ubicación en el foso exterior del palacio. 

Tenía interés por conocer la Estación de Tokyo, una de las obras maestras de la arquitectura de la ciudad. 


Es de estilo neobarroco-clasicista, con influencias indo-sarracenas en las cúpulas. Fue proyectada por Tatsuno Kingo e inaugurada en 1914. 

Su historia se remonta a 1889, cuando un comité municipal decidió conectar Tokyo con las líneas ferroviarias de Tokaido en Shinbashi y Nippon en Ueno. Después de 7 años de deliberación, las cámaras de Representantes y Consejeros de Japón resolvieron que, para realizar esa conexión, se debía levantar una estación central, justo frente a los Jardines del Palacio Imperial. Sin embargo, la construcción tuvo que posponerse al estallar la Primera Guerra Sino-Japonesa (1894-1895). Hasta 1908 no comenzaron las obras. 

A raíz del bombardeo del 25 de mayo de 1945, quedaron destrozadas las cúpulas y el tercer piso de la estación. Debido a ello, aunque el edificio se reconstruyó en un año, perdió la tercera planta y la mayor parte de las cúpulas, que fueron sustituidas por techos angulares. 



El lado al distrito de Yaesu también se reconstruyó tras la Segunda Guerra Mundial, pero esa parte no es la que ha llegado a nuestros días, puesto que, después de un incendio en 1949, se optó por darle un aspecto diferente al original. En 1991, volvió a ser modificado. 

Afortunadamente, en 2012, quedó reinaugurada la fachada a Marunouchi tal como se había diseñado 98 años atrás, con sus dos grandes cúpulas laterales. 

Por esta estación pasan 4000 trenes al día. En cuanto al número de pasajeros, es la tercera más concurrida del mundo, con más de 2,2 millones de pasajeros al día, por detrás de las de Shinjuku e Ikebukuro. 




La estación ha crecido tanto que ahora se habla del complejo Tokyo Station City. Incluye no solo la estación sino todas las opciones comerciales, de ocio, restauración y arte, en un espacio de 180 000 metros cuadrados. 

Si queréis información completa, podéis acceder a este enlace.

Muy cerca de la estación se halla el edificio KITTE. Se trata de unas instalaciones comerciales y de oficinas que ocupan el lugar de la antigua Oficina Central de Correos de Tokyo. Acoge una amplia variedad de tiendas y restaurantes, además de uno de los museos con las exhibiciones más inusuales de la capital, un centro de información turística multilingüe, la Oficina Central de Correos de Tokyo y un jardín en la azotea perfecto para observar los trenes. 



El complejo KITTE es uno de los edificios de mayor belleza de Marunouchi. Además de su sofisticada y blanca fachada, destaca el atrio triangular lleno de luz. Sus interiores ecológicos han sido diseñados por el arquitecto del estadio olímpico de Tokyo 2020, Kengo Kuma. Se puede observar el atrio desde cualquiera de las cinco plantas de tiendas que rodean el espacio por los tres lados. 



El nombre del edificio es un juego de palabras entre Kitte (sello de correos) y Kite (ven a visitarnos). Cada planta está dedicada a un concepto especial. Un piso está dedicado a platos populares locales de todo Japón, otro a la estética japonesa, otro a la fusión de las antiguas sensibilidades con las nuevas...

En la segunda y tercera plantas se puede visitar un museo gratuito, el INTERMEDIATHEQUE, gestionado por Japan Post y el University Museum de la Universidad de Tokyo. La cuarta planta acoge una restauración de la antigua oficina del jefe de correos. El jardín de la azotea de la sexta planta tiene vistas a la estación de Tokyo.

Muy próximo a KITTE, encontramos el Tokyo International Forum


Se trata del centro de convenciones y de arte más importante de Tokyo. Situado en el barrio de Yurakucho, al lado de Marunouchi y la estación de Tokyo, es una visita casi obligada sobre todo para aquellos a los que les gusta la arquitectura moderna. Obra de 1996 del arquitecto uruguayo Rafael Viñoly, se sitúa donde antaño se encontraba el Gobierno Metropolitano de la ciudad, hoy en Shinjuku. 

Es un precioso edificio de cristal destinado a la organización de convenciones y todo tipo de eventos culturales. En realidad, son cuatro edificios que se unen mediante una pasarela, cada uno de ellos con su patio interior de cristal. 


Tiene varios pisos de altura y se alza sobre cristales y vigas de acero curvadas que le dan al edificio el aspecto de una embarcación alargada. 



El Tokyo International Forum dispone de 8 grandes auditorios, uno de los cuales tiene capacidad para 5000 personas, y cuenta también con 34 salas de conferencias. Además, en el recinto, hay tiendas, restaurantes y todo tipo de servicios. 


Desde el exterior, el edificio recuerda la proa de un barco. 


Y así, andando, llegué a Ginza, un distrito de abolengo del barrio de Chuo. Está localizado al sur de los distritos de Yaesu y Kiobashi; al oeste del distrito de Tsukiji; al este de Yurakucho, y al norte de Shinbashi.

Es una de las principales zonas comerciales de la ciudad, repleta de lujosas boutiques, elegantes coctelerías y restaurantes de sushi. Aquí se encuentran los grandes almacenes Wako, que datan de la década de 1930 y ofrecen joyería de alta gama. En el ultramoderno Ginza Place se venden aparatos electrónicos de alta tecnología. Los fines de semana, la vía principal Chuo-dori se convierte en un refinado paseo peatonal. 


Ginza era un territorio pantanoso en la época en que Tokugawa Ieyasu se mudó a Edo. Los comerciantes empezaron a poblar el área y en 1612 se construyó una casa de la moneda en la zona, de la cual recibe su nombre, porque Ginza significa "lugar de la plata".

La urbanización fue destruida por el fuego en 1872 y el arquitecto inglés Thomas Waters fue el encargado de la reconstrucción. La zona se pobló entonces con edificios de dos y tres pisos, junto con un paseo comercial que unía el puente Shinbashi con el puente Kyobashi. La mayoría de estos edificios fueron posteriormente demolidos y sustituidos por construcciones mayores. Como dijimos, sobrevive la tienda Wako en Chuo-dori.

A lo largo del siglo XX, Ginza concentró las influencias occidentales más notorias en el país, lo cual se ha visto reforzado por la llegada de los centros corporativos de varias compañías transnacionales, como Sony Corporation.

Habitualmente, Ginza se compara con la Quinta Avenida de Nueva York, si bien en los últimos años ha ido perdiendo puntos respecto a Shinjuku y Shibuya. 

Una de las atracciones de la zona es el Teatro Kabuki-Za. Inaugurado en 1889, representa diariamente funciones de entre 3 y 5 horas de duración. 




El teatro kabuki es un tipo de teatro japonés tradicional originario del período de Edo. Es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y en Tokyo puede disfrutarse en varios teatros, entre los que destaca el Teatro Kabuki-za en Ginza.

La historia del edificio es singular, ya que ha sido destruido por incendios y reconstruido en varias ocasiones. El edificio original, de 1889, fue construido por el periodista Fukuchi Gen'ichiro, famoso por ser el autor de varias obras de kabuki interpretadas, entre otros, por el conocidísimo actor Ichikawa Danjuro IX. 

El edificio se incendió en 1921, quedando totalmente calcinado. Un año más tarde, en 1922, comenzó a reconstruirse siguiendo nuevas técnicas occidentales antiincendios, pero nunca llegó a terminarse, porque volvió a incendiarse de nuevo debido al Gran Terremoto de Kanto de 1923. Cuando comenzaron de nuevo los trabajos de reconstrucción, en 1924, se eligió un diseño parecido al de los castillos y templos japoneses del período de Edo, aunque esta construcción tampoco duró mucho tiempo en pie por culpa de los bombardeos que sufrió la capital durante la Segunda Guerra Mundial. 

Finalizada la guerra, en 1950, se reconstruyó siguiendo el diseño de 1924 y estuvo varios años en pie hasta 2010 cuando toda la estructura fue demolida para ser reconstruida con nuevos sistemas antisísmicos y mejoras de accesibilidad. En marzo de 2013, el teatro Kabuki-za abrió de nuevo sus puertas al público con una apariencia muy parecida a la anterior, pero con un gran rascacielos detrás. 



En el teatro kabuki, originalmente, actuaban hombres y mujeres, pero más tarde quedó limitado a los actores masculinos, una tradición que ha perdurado hasta hoy. Los actores masculinos especializados en papeles femeninos se conocen como onnagata

Las obras suelen tratar acontecimientos históricos y conflictos morales en las relaciones amorosas. Los actores hablan con voz monótona acompañados por instrumentos tradicionales. El kesho, un maquillaje particular, constituye un elemento de estilo fácilmente reconocible. 

Estaba cansada y era hora de comer. Me detuve en un restaurante cercano para tomar algo. Me llamó la atención la decoración a base de botellas. 


Muy buena la sopa de miso y muy bueno el pollo. La cervecita se agradeció después de tanta caminata

Después del descanso, seguí mi paseo por la zona. A nivel arquitectónico no es un área que me haya gustado especialmente, incluso encontré algunos contrastes realmente feos.


Y fui acercándome a Tsukiji

Aquí se hallaba la Lonja, pero la han trasladado a otro lugar. Una pena, porque el chiste era comprar el pescado recién llegado y que te lo prepararan en los pequeños bares y puestos de las callejas circundantes. Hoy siguen los establecimientos y hay ambientillo, pero dicen los que lo conocieron hace años que no es lo mismo. 

En este barrio hice un extraordinario descubrimiento: el templo Tsukiji Hongan-ji, un templo budista realizado con arquitectura hinduista al que iban a pedir protección los pescadores. 

 
Este sorprendente edificio no se parece en nada a ningún otro templo budista. Es una construcción con una curiosa amalgama de influencias, aunque la elaborada fachada de piedra evoca claramente las formas y motivos tradicionales de los antiguos monumentos budistas en el continente asiático. De ahí que el gobierno japonés haya declarado este templo como Bien Cultural Importante (BCI).

Fue fundado a principios del siglo XVII. La estructura de madera original, más parecida a la de los templos japoneses tradicionales, se encontraba en el área de Asakusa. Después de dos de los incendios más devastadores de Tokyo, un arquitecto de la Universidad Imperial de Tokyo se encargó de su reconstrucción en los años 1930.

Es necesario dedicar un cierto tiempo a admirar el impresionante exterior con motivos de flores de loto, los minaretes y las columnas, inspirados en la cultura del sureste asiático, europea e islámica. 

Vista desde una de las entradas laterales al recinto

Fachada frontal... ¡una maravilla!


Detalle de la puerta principal del templo

Detalle del techo
En la sala principal, además de una estatua del Buda Amitabha, hay dos elementos que tradicionalmente se relacionan con las iglesias cristianas: un vitral con motivos de flores de loto y un órgano adquirido en Alemania durante la era soviética. 


Volviendo a la zona de Tsukiji... hasta octubre de 2018, acercarse al mercado de Tsukiji era una visita que no se podía dejar de hacer al visitar Tokyo. No solo era la mayor lonja de pescados y productos marinos del mundo, sino también un enorme mercado de verduras, frutas y hortalizas. Era famosísimo por las subastas de atún. Lo cierto es que aquí se vendían unos 400 tipos de especies diferentes y movilizaba unas 2000 toneladas diarias de producto. 

Lamentablemente, el mercado interior de Tsukiji cerró sus puertas el 6 de octubre de 2018, cuando se trasladó a su nueva ubicación en el mercado de Toyosu. La zona llamada "mercado exterior", repleta de restaurantes y tiendas especializadas, se mantuvo y sigue siendo popular entre los turistas. 

Puesto de Tsukiji preparando la presentación para las cenas a partir de las 5 de la tarde

Hoy, algunos locales se han trasladado a Toyosu, pero la gran mayoría lo ha hecho manteniendo sus puestos abiertos en Tsukiji también. Sigue siendo el lugar ideal para comer sushi. 

Y ya junto al río Sumida, un santuario más: Namiyoke Inari Shrine.

Dos españoles a la puerta del santuario

Es un santuario sintoísta construido al borde del agua cuando esta parte de Tokyo se creó a partir del vertedero después del Gran Incendio de Meireki en 1657. 


Aquí se puede encontrar un tsuka hecho para criaturas marinas, lo que hace que este santuario sea diferente a otros. Un tsuka es la empuñadura de las katanas o sables japoneses. Puede estar hecha de madera dura tallada o cubierta por piel de raya o tiburón y ornamentada con pequeñas piezas metálicas de oro, plata o bronce con grabados míticos japoneses. 

La historia del santuario Namiyoke se remonta a la época en que comenzó el mercado de Tsukiji. Como ya hemos dicho, esta zona es un terreno ganado al mar y, al principio, la tierra no se asentaba adecuadamente debido a las fuertes olas. 

En 1659, cuando empezaron a orar a la deidad Ukanomitama-no-Mikoto, de repente las olas se calmaron. Se dice que ese fue el comienzo del santuario. Es creencia extendida que esta deidad evita desastres y atraviesa las olas entrantes. Quizá sea esa la razón por la que Tsukiji está a salvo y en su estado actual, gracias al santuario Namiyoke. 

Creo que el santuario merece una visita más detenida de la que yo hice.
 
Muy cerca está el río Sumida, una de las vías fluviales que recorren la ciudad. En el pasado se utilizaban para transportar gente y mercancías de un lugar a otro del antiguo Edo. En la actualidad son un respiro muy necesario para el ajetreo de esta ciudad siempre en movimiento y siempre cambiante. 


Si seguimos el curso del río, llegaremos a la bahía de Tokyo. Al fondo vemos el Tsukiji Great Bridge.

Con zoom. Foto tomada desde el Kachidoki Bridge

En la foto inferior, el Kachidoki Bridge, desde donde tomé la foto.


Crucé al otro lado del río a través del Kachidoki Bridge y volví a cruzarlo para regresar a la orilla primera a través del Tsukiji Great Bridge. 

Aquí el Kachidoki Bridge ahora visto desde el Tsukiji Great Bridge

Acabé el día en los Jardines de Hamarikyu. Se trata de un jardín japonés de estilo tradicional en pleno centro de Tokyo, muy cerca del antiguo mercado de pescado de Tsukiji. Es famoso por su lago de agua de mar salada, el Shio-iri-no-Niwa, ya que esta entra directamente desde la bahía de Tokyo y, naturalmente, tiene un efecto en el nivel del estanque, que cambia con las mareas. 


Aquí se alzaba una segunda residencia imperial en la época del shogunato. Queda en funcionamiento una de las muchas casas de té que había, Nakajima Teahouse. Para llegar a ella se cruza un puente de madera de 118 m de largo.


Es un jardín precioso en cualquier momento del año, pero especialmente bonito a finales de febrero cuando florecen los ciruelos y un poco más tarde los cerezos. 





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