Lunes, 23 de diciembre de 2024
Kefalonia: Sur de la isla (de Argostoli a Poros)
Con la llegada de una muy buena amiga, inicié el descubrimiento de la isla. Por supuesto, es necesario alquilar un coche. Os dejo a continuación el mapa para que os podáis orientar y seguir el recorrido que hicimos.
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No es muy exacto, porque antes de ir a Poros pasamos por Skala |
Pena que amaneció un día de perros y amenazando mucha lluvia, pero no era cuestión de quedarse en casa. Así que nos lanzamos a la aventura.
Muy cerquita de Argostoli se halla Saint Gerasimos Cave Hermitage, la primera parada. La ermita se ha construido en la parte baja de la ladera de una colina. Agios Gerasimos procedía de una noble familia del nordeste del Peloponeso que se hizo monje, primero en el Monte Athos y, luego, después de visitar muchos lugares de Grecia, acabó en Kefalonia en 1555. Aquí vivió en una cueva durante 5 años hasta 1560, año en que se trasladó al valle de Omala para construir el Monasterio de Panagia que, actualmente, se conoce como Monastery of Agios Gerasimos. Está considerado el protector de la isla.
La cueva es muy estrecha y tiene un pequeño agujero desde el que se puede ver una bonita panorámica de Lassi y del Mar Jónico. Se accede a ella a través de unas pequeñas escaleras que hay al fondo de la iglesia, a la derecha.

Seguimos camino buscando el Castle of Agios Georgios. Lo típico: menudas vueltas nos hizo dar el Google Maps.
Conocido también como el Castle of Kefalonia, fue construido hace 800 años sobre una colina, a 320 m de altitud, a 7 km de Argostoli. Este castillo fue la capital de Kefalonia durante siglos. A partir del año 1500, los venecianos conquistaron la isla y construyeron, en los 16 acres de terreno del castillo, edificios públicos de carácter administrativo, además de barracas, almacenes, prisiones y depósitos de agua. Desde los 600 m de perímetro de las murallas, en un día claro, podían localizar los barcos piratas a 20 millas de distancia.
La población local y los nobles vivían en este asentamiento donde se construyeron mansiones e iglesias ortodoxas y católicas con escuelas en las que enseñaban maestros de reconocido prestigio de la época. En 1757, los venecianos decidieron trasladar la administración desde el castillo al incipiente núcleo de Argostoli, con la intención de que este se desarrollara, lo que, a la larga, provocó el abandono del castillo.
En la actualidad se ha restaurado parcialmente y es uno de los focos de atracción en la isla. No obstante, nosotros no pudimos acceder a él, porque estaba cerrado.
Lo que sí vimos fue un montón de gatos. La isla está llena de ellos y es muy curioso, porque en cuanto oyen un coche se acercan suponiendo que llegan humanos, no sé si porque esperan solo comida o porque esperan el regreso de alguien que en su día fue su dueño. Están en muy buenas condiciones físicas y limpios. Quizá haya gente que se molesta en alimentarlos, ya que, de hecho, en muchos sitios se pueden ver platos con comida para ellos y recipientes con agua.
Lo más extraño es que son super cariñosos, vienen hasta ti para frotarse con tus piernas y buscar que los acaricies.
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En este caso, parecen guardar la casa de Papá Noel |
Continuamos y nos detuvimos en varias ocasiones para sacar fotos de lugares que nos gustaban.
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Como veis por el color del cielo se estaba preparando una... |
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Pero el espectáculo era impresionante, con esos rayos de luz cruzando a través de las nubes y reflejándose en el mar |
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Por momentos, parecía clarear |
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Y hasta se podía ver el precioso color de las aguas del mar Jónico |
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Bonito balcón en una casa de Skala |
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Tremendo vendaval en la playa de Skala |
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El viento provocaba que las olas rompiesen con fuerza |
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Un barco llegando al puerto |
Cuando íbamos a salir de Poros en dirección al valle de Omala para ver el Monasterio de Agios Gerasimos, el cielo se abrió de pronto y toda la lluvia y el viento que os podáis imaginar se lanzaron sobre nosotras. Detuvimos el coche en una calle del pueblo durante un buen rato y, lógicamente, no nos atrevimos a subir por la montaña que lleva al valle y es famosa por la garganta que se forma en ella. Así que, vuelta a casa por el mismo camino.
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