sábado, 28 de diciembre de 2024

Diciembre, 2024 a abril, 2025: Estancia en Argostoli, Kefalonia, Grecia (María) - Parte 5

Martes, 24 de diciembre de 2024: Nochebuena en Grecia


Kefalonia: Península de Lixouri 

Mejor el tiempo que el día anterior, decidimos hacer una excursión por la península de Lixouri. 


Se puede ir en ferry desde Argostoli, apenas 25 minutos. Hay barcos cada hora. Pero nosotras decidimos ir por carretera bordeando la bahía o el golfo, como se prefiera, y hacer la vuelta en el ferry. 

Si os fijáis, al norte, en donde está el istmo que une la península de Lixouri con el resto de la isla, está el pueblecito de Zola. Ahí hay unas vistas maravillosas y dos pequeñas playas muy bonitas. 

Impresionante el color del agua


Tiramos hacia las playitas y nos encontramos con que sus habitantes nos observaban... no todos los días las cabras, dueñas del lugar, ven cómo unas locas extranjeras invaden su territorio en pleno invierno.


A medida que descendíamos hacia la playa de Vouti, éramos más conscientes de la inmensa belleza del lugar. 


Y alcanzamos la playita: un pequeño "recuncho" con un extraordinario encanto. Me gustó sobremanera el chiringuito, lástima que estaba cerrado, era el lugar ideal para tomarse un café disfrutando de las vistas y el sonido de las olas rompiendo mansamente. 






Desde allí retrocedimos para bajar a la otra playa: Agia Kiriaki. Playa, playa, no hay, pero es un pequeño puertecito, también con sus chiringuitos de madera, en el que se deben organizar en verano jornadas de pesca, por lo que pudimos leer en algunos paneles. 







Desde ahí, bajamos directamente a Lixouri. Es la segunda ciudad más grande de Kefalonia, a 35 km al oeste de Argostoli. Tiene alrededor de 3500 habitantes, muchos de ellos dedicados a la agricultura y al turismo.

Lixouri se construyó en el lugar en donde se situaba la antigua ciudad de Pali, una de las cuatro principales de Kefalonia en la antigüedad. Durante el terremoto de 1953, la ciudad fue destruida y solo quedaron en pie un par de casas.

Al igual que su vecina, Argostoli, Lixouri reúne en la temporada de verano a un gran número de turistas. Los restaurantes, bares y modernos pubs frente al mar se llenan de gente joven. La plaza principal, Petritsi Square, se sitúa en el centro y está rodeada por cafés de estilo antiguo. 

Tomamos un café en la plaza. Ambiente relajado, con muchas familias paseando o tomando también algo. 

Decoración navideña en la plaza

Paisana contemplando el café de la plaza en cuya terraza estábamos

Aprovechando el solcito, bajamos al sur de la isla en donde se encuentra la famosa playa de Mégas Lákkos. A ver, no sé si es por la altura del mar en esta época del año, pero lo cierto es que muchas de estas playas, ahora mismo, no tienen ni un grano de arena para poner una toalla. 


A pesar de lo dicho, está considerada como una playa larga y espaciosa, famosa por su arena perfecta y aguas cristalinas. La profundidad del agua va aumentando gradualmente, lo que la hace ideal para nadar. También es adecuada para largas caminatas, con un sendero que lleva hasta la playa de Xi. Una de sus principales características parece ser la presencia de nidos de tortugas marinas, que deben ser respetados por los turistas. Presenciar el nacimiento de las tortugas caretta caretta es todo un espectáculo. 




Como siempre, en cuanto detuvimos el coche aparecieron los gatos. Cariñosísimos. Estuve bastante rato acariciándolos. 




Seguimos hasta la playa de Xi. Otro tanto de lo mismo, hoy por hoy sin arena. Sin embargo, se la conoce por su arena roja y sus acantilados de arcilla blanca.  

He visto fotos en Internet y sí, es una gran playa de color rojizo que la convierte en una de las más bonitas de Grecia. 






Empezamos el ascenso por la parte oeste de la península. Siempre con el mar asombrándonos. 


Llegamos al Monasterio de Kipoureon. Enclavado en la parte baja de las montañas, casi llegando al mar. No pudimos verlo por dentro, porque estaba cerrado. 


Seguimos, pues, subiendo por la costa oeste, en donde se hallan otras dos playas extraordinarias: la de Ammos y, sobre todo, la de Petani. 


Playa de Petani

Alcanzamos de nuevo el norte de la península y bajamos otra vez a Lixouri para coger el ferry de vuelta, cosa que hicimos a las 5 de la tarde. 

Una vez en Argostoli, y después de descansar un rato, salimos para ir a la iglesia católica de San Nicolás, en la que había un concierto de villancicos. 



Os dejo aquí los enlaces para los dos vídeos de los villancicos (cada link subrayado es uno de los villancicos)

Y finalmente, nuestra cena de Navidad en el Sepia Restaurant, en donde conocimos a una chiquita del personal que hablaba un poquito de español y con la que acabamos a abrazos. 

Edamame

Sushi de salmón y de atún

Sushi de gambas con aguacate

Pastel de limón con yuzu

Interior del restaurante


χρονια πολλα






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