domingo, 18 de diciembre de 2022

Octubre, 21 de 2022, a enero, 14 de 2023: Segunda visita a Japón - Parte 15 (rememoración de la visita del año 2019)

Descubriendo Japón por segunda vez (no recogí esta entrada en el año 2019)

Domingo, 12/12/2022 (Viernes, 24 de mayo de 2019)


Akasaka (Minato-ku)

Muchas de las visitas que realicé en el año 2019 se quedaron en el tintero, no sé muy bien por qué. Ahora, en 2022, repasando los lugares vistos y buscando nuevas zonas que descubrir, me encuentro con estos sitios que realmente ya conozco, de una u otra forma. 

En su día, había quedado con mi amiga Teresa para encontrarnos en el barrio de Akasaka antes de que ella regresara a España. Akasaka, literalmente "colina roja", es un barrio residencial y comercial de Minato-ku, uno de los distritos especiales que conforman el centro de Tokyo. Precisamente aquí, se encuentran Ark Hills y el enorme centro comercial Tokyo Midtown de los que ya os he hablado en otra entrada de este viaje.


    


Os recuerdo que en Akasaka se encuentran la mayoría de las embajadas y que Ark Hills recibe su nombre por las tres zonas que abarca (Akasaka, Roppongi y Kasumigaseki). Cerca de Akasaka están el santuario de Toyokawa Inari Betsuin, el santuario Hie-Jinja y el templo Zojoji (de estos dos últimos os hablé en una entrada de 2019). 

Recuerdo haberme sorprendido de ciertos locales, como el de la foto inferior (por el que volví a pasar el día que comí con Keiko y fuimos a ver las luces de Tokyo Midtown)


Haciendo tiempo hasta la hora de encontrarme con Teresa, visité el santuario Hikawa


Camino de entrada al santuario

Es el más conocido de los 59 santuarios filiales de Hikawa Jinja, un santuario sinto que desempeñó un gran papel en la historia de la región de Kanto. Al emperador Meiji le gustaba especialmente y lo nombró santuario protector de la nación por decreto imperial. 


Según una leyenda, fue fundado en el año 951. A pesar de ser bombardeado en la Segunda Guerra Mundial, sus edificios principales, construidos durante el período Edo, lograron salvarse de la destrucción. 

 

Se agradecía la sombra del recinto

Al salir del santuario, seguí paseando por la zona.

Sorprende que, junto a los grandes rascacielos, se conserven edificios como estos 

Y, poco a poco, me fui metiendo en las callecitas del centro de Akasaka, llenas de pequeños restaurantes de todos los estilos habidos y por haber. A partir de las 12 y media se convirtieron en un enjambre de ejecutivos y oficinistas de la zona próxima. 


Y más sorpresas en el barrio, jejejejeje... 




Son unas callecitas muy agradables. Allí me encontré con Teresa y comimos en uno de esos pequeñísimos restaurantes de soba/udon que solo tienen un par de mesas. 


Después de comer, nos acercamos al santuario Toyokawa Inari Betsuin

 Es un lugar lleno de espiritualidad, conocido por sus hermosos faroles rojos a lo largo del muro de barro que lo rodea. Es famoso, también, por sus centenares de estatuas de zorros, llamados los Zorros de Inari, en honor a una de las principales deidades de la religión sintoísta (cuyo centro ya vimos en Kioto, en el santuario Fushimi Inari). Estos animales van ataviados con brillantes baberos rojos y, aunque muchas de las estructuras del complejo son sintoístas, en realidad es un templo budista de la escuela "soto", creado durante la época del sincretismo religioso, que abarca desde el período inicial en el que el budismo llegó a Japón hasta la Restauración Meiji. 




Curiosamente, este templo suele ser visitado por cantantes, personajes televisivos y embarazadas. Todos ellos acostumbran a orar en los santuarios dedicados a las deidades de la riqueza, el entretenimiento y los buenos partos. 

Yo tenía por entonces un libro guía de Tokyo que indicaba que el Palacio de Akasaka, situado en esta zona, se podía visitar. Pero, lamentablemente, no era así, nos tuvimos que conformar con verlo desde la verja. 


Este Palacio se usa como Casa de Invitados del Estado. Es una de las dos residencias del gobierno de Japón. Originalmente, fue construido para servir como Palacio Imperial del Príncipe Heredero en 1909. Pero, a partir del año 1974, dejó de servir como residencia imperial para pasar a servir como alojamiento de los dignatarios importantes que visitan el país. En el año 2009, fue declarado Tesoro Nacional de Japón. 

Muy cerquita del Palacio se ubica el Hotel New Otani, un hotel de lujo que contiene un jardín japonés del siglo XVII, de la época del shogunato, abierto al público. Y ya que no habíamos podido visitar el Palacio, decidimos darnos una vuelta por este jardín. 

En la entrada del jardín

No se trata solo de un estanque o un riachuelo con agua, sino que hay una cascada. 










Fue un día estupendo que hizo realidad el dicho de que el mundo es un pañuelo. Nos habíamos conocido en Casablanca (Marruecos) y reencontrado en Madrid en una ocasión. Pero no me digáis que no es una casualidad que las dos nos encontráramos al mismo tiempo en Japón... Eso sí, nos quedamos sin celebrarlo con el mojito de champán que anunciaban en el hotel, 30 euracos, ni más ni menos...



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