lunes, 2 de diciembre de 2019

Viaje a Cerdeña: julio 2018 (María y una amiga) - Parte 6

Quinto día: jueves, 26/07/2018

Punta noreste: tumbas, nuraghi y Santa Teresa di Gallura  

Alrededor de Arzachena hay muchos y estupendos yacimientos prehistóricos. Uno de ellos es Coddu Vecchiu, que comenzó siendo una tumba en un túnel en torno al siglo XVIII a.C. y entre los siglos XVI y XII a.C. se le añadió una fachada semicircular. Cerca, en lo alto de una colina, hay otra sepultura gigante similar, Li Lolghi, con una estela de 3.75 m de altura. En su base, una pequeña entrada conduce a la tumba, que posee dos cámaras. No muy lejos se halla la necrópolis de Li Muri, donde se construyeron tumbas de piedra rodeadas de losas en posición vertical, que se cree que originalmente sostenían túmulos de tierra que cubrían las sepulturas. 


También se encuentran en esta zona varios "nuraghi", los principales edificios megalíticos de la isla, que se pueden remontar a años anteriores al 1000 a.C. Suelen estar situados en lugares panorámicos y presentan la forma de una torre a modo de cono truncado o dividido por la mitad. La estructura no tiene cimientos y se sostiene solo por el peso de las piedras que los forman, que pueden llegar a alcanzar varias toneladas. Según los estudiosos de la prehistoria sarda, la arquitectura producida por la civilización nurágica fue la más avanzada del Mediterráneo occidental. El uso de los "nuraghi" no se ha determinado con claridad, puede que hayan sido templos, alojamientos cotidianos, la residencia de los jefes del pueblo, fortalezas militares, salas de reunión, etc.



Después de estas visitas nos dirigimos al pueblo de Santa Teresa di Gallura. Dimos unas cuantas vueltas a sus calles, que giran en torno a una amplia plaza que desciende hasta la pequeña pero popular playa Rena Bianca. Estaba abarrotada y nos limitamos a hacer unas fotos. Decidimos seguir por la lengua de tierra que configura el Capo Testa, en donde se esconden distintas calas pero también una playa grande de aguas cristalinas en la que decidimos quedarnos a pasar el resto del día, después de una deliciosa comida acompañada por un par de mojitos en un bar bajo los pinos justo a la orilla.



Vista desde lo alto de la carretera que lleva a Capo Testa


  

Al caer la tarde decidimos ir dando un paseo hasta el final del istmo. El extremo norte del cabo se caracteriza por las formaciones rocosas. Las piedras se han erosionado desde hace 300 millones de años creando formas de lo más fotogénico, que recuerdan a un paisaje lunar. Se conoce también a esta zona como Valle de la Luna, pero no debe confundirse con la zona del mismo nombre de la que ya hablamos en otra entrada y que se encuentra en el interior. 


Destaca el faro erigido en 1845 para guiar los barcos que pasaban el estrecho de Bonifacio, que separa esta punta de Cerdeña de la vecina isla de Córcega. 

En el vídeo que sigue a continuación se recoge un resumen de este día.







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