Primer viaje de las futuras "Chicas viajeras"
Sintra y alrededores
Viernes, 14/09/2018:
Llegada a Sintra
Chus tenía unos días libres en septiembre y estuvimos dándole vueltas a ir a algún sitio no muy lejano (es que si no, se te va todo el tiempo en llegar y volver). Nos acordamos de Sintra. Las dos teníamos muy buenos recuerdos de un viaje que habíamos hecho a Lisboa hacía ya un montón de años en el que habíamos visitado también esta bonita ciudad portuguesa (si bien no llegamos a ver gran cosa en cuanto a edificios dignos de visitar porque, bueno, se nos había ocurrido subir al Palácio da Pena a pie y llegamos agotadas, así que ni siquiera entramos, por no hablar de que luego nos perdimos, nos persiguió un perro, no encontrábamos el coche, nos metimos por una carretera estrechita que daba más miedo que otra cosa... ¡toda una aventura! jajajajaja).
Decidido: nos íbamos a Sintra. A ver si esta vez las cosas iban mejor en cuanto a descubrir la ciudad, porque reír lo cierto es que ya nos habíamos reído mucho en aquella primera visita. Y para completar el grupo le dijimos a Pili si quería venir con nosotras (nunca habíamos viajado las tres juntas, pero Chus y yo teníamos la sensación de que con ella todo iba a ir bien... bien, no, ¡fue estupendo!, viajar con gente con la que no tienes el más mínimo roce, que se adapta a todo y que es capaz de entender que lo más importante de un viaje es pasarlo bien y reírse, aunque sea de uno mismo, es lo mejor para que las cosas funcionen... ninguna de las tres somos de esa gente que corre de un lado para otro para verlo todo y vuelve a casa más estresada de lo que se fue: si se puede ver, bien; si no, no pasa nada... lo importante es el tiempo disfrutado en compañía).
Así pues, el viernes 14 de septiembre de 2018 nos pusimos en marcha. Y esta vez habíamos decidido alojarnos en la propia Sintra para no tener que andar con el coche continuamente. Llegamos a la ciudad de noche y además no entramos por la carretera que llega allí desde Lisboa, con lo cual me sentí un tanto desorientada (yo había estado en Sintra muchas otras veces, pero no sabía exactamente en qué parte me encontraba). No sé la de vueltas que dimos pasando varias veces por el mismo sitio, jajajajaja. ¿No llevábamos GPS? No, pero sí contábamos con la ayuda inestimable de Google Maps, aunque por entonces la vocecita femenina de la app y yo no nos llevábamos especialmente bien (soy muy cabezona y me cuesta asimilar que una maquinita es más lista que yo jajajajajaja). Total, risas y más risas, golpe en la trasera del coche al dar marcha atrás en un callejón más oscuro que la boca del lobo, para acabar ante una verja que indicaba el alojamiento elegido (después de preguntar y finalmente hacer caso a las indicaciones de Google). Mira por dónde nos vinieron bien las vueltas dadas porque habíamos descubierto una pizzería que olía estupendamente y a la que nos dirigimos para cenar una vez instaladas.
![]() | |
|
![]() |
La piscina del hotel de noche |
No hay comentarios:
Publicar un comentario