miércoles, 12 de febrero de 2020

Viaje a Bali: octubre 2019 (María y Pili) - Parte 10

Undécimo día: viernes, 25/10/2019


Templo Goa Lawah







Esta cuarta excursión, también con Santhi, nos llevó a la parte este de la isla. Comenzamos en el templo de Goa Lawah o Cueva de los Murciélagos. Es un templo con una antigüedad de más de 1000 años y muy relacionado con los rituales que hablan de la vida después de la muerte. Dice la leyenda que esta cueva se extiende a lo largo de más de 30 Km hasta llegar al Templo Madre. El nombre, como seguramente ya habéis adivinado, se debe a las decenas de miles de murciélagos que habitan en su interior. Realmente, es un templo muy pequeño y no merece mucha atención, peroooooo... tuvimos la suerte de dar con una de esas celebraciones en las que los habitantes de varios pueblos se reúnen en una fiesta para pedir a los dioses que ayuden a las cenizas de sus muertos, previamente arrojadas al mar, a desprenderse definitivamente de la vida terrena, cortando las cuerdas que los unen a ella, para ascender al cielo. ¡Impresionante a nivel espiritual! Santhi nos explicó que las cestas que llevan en las cabezas representan las almas de los familiares muertos.



Santhi nos obligó a correr cuando bajamos del coche para tener la oportunidad de entrar al recinto y ver la cueva y el patio interior, en donde ya esperaba la gente para la ceremonia. Una vez entrase el resto, sería imposible acceder al interior. Así que le agradecemos la carrera y todas las explicaciones que nos dio.


















En esta ocasión sí llevábamos nuestros propios sarongs, aunque los cinturones nos los prestó la guía, ya que son obligatorios, supongo que para marcar esa separación entre las partes pura e impura del cuerpo. La primera foto es en la puerta antes de que empezara a llegar la gente.

 

                                                      

Tenganan







Desde el templo seguimos viaje a Tenganan, un pueblecito que mantiene su forma de vida tradicional.

                                                      Tenganan nos da la bienvenida

Mayoritariamente se dedican a tejer diferentes piezas a mano con hilos que colorean de forma natural y a la cría de gallos de pelea. También venden calendarios balineses, igualmente hechos a mano, en los que más o menos puedes leer tu futuro. Es como retroceder un montón de años en el tiempo. Seguramente nosotros ya no podríamos vivir así, pero sinceramente, se respira una paz increíble... 

 
    La calle principal del pueblo
                                                               
                                                                  
                                                      Mujer en el telar




En las jaulas están los gallos de pelea. No los pueden tener sueltos porque, eso, se pelean. Los cuidan y tratan muy bien, incluso por las mañanas les dan masajes. A nosotras nos parece una crueldad, pero es su cultura y su forma de vida.







Templo de Tirta Gangga (Palacio del Agua)







Es un antiguo palacio real, a unos 5 km de Karangasem. El Jardín Acuático que hay en su interior era el refugio favorito de la regencia de Karangasem. Fue construido en 1946 durante el reinado del último rajá de Karangasem. Tirta Gangga pasó por varias restauraciones después de las destructivas lluvias de cenizas volcánicas de la erupción del monte Agung en 1963. El nombre, Tirta, significa "agua", Gangga, "Ganges", alude a que el agua que aquí se encuentra es sagrada, como la del río Ganges. La realidad es que se descubrió bajo un tronco un manantial y a partir de ahí se decidió la construcción del Palacio del Agua en donde solo podían bañarse los reyes, si bien ahora está abierto al público y cualquiera puede usar las piscinas. Además de las piscinas hay estanques y fuentes rodeados de jardines cuidadosamente recortados, adornados con escalones, estatuas ornamentales y plantas tropicales. 

 



Según se entra, lo primero que vemos es un estanque en el que filas de figuras de guardias que sostienen garrotes están dispuestas de forma ordenada. Sobre el estanque, piedras que permiten a los visitantes recorrerlo a la vez que contemplan la carpa dorada de cerca. Decidimos, al ver la cola para hacerse las fotos de "postureo", recorrer primero la totalidad del complejo y volver más tarde al estanque para intentar, también, hacernos algunas fotos. 


      Nenúfares y flores de loto en uno de los estanques
 
Detrás del primer estanque, se encuentra la fuente central con estatuas de guardias en su base. Es una fuente de 10 m de altura, con 11 niveles y una forma de loto en su punta. El chorro de agua salpica las gradas para crear un efecto refrescante y una vista relajante. 



Nos sentamos en otra fuente a descansar. La risa se debe a que le estábamos diciendo a Santhi que se diera prisa, porque nos estábamos quemando el trasero, jajajajaja



Ahí nace el manantial de agua sagrada










        




Al final, Santhi nos convenció para hacer "postureo" aprovechando que no había tanta gente:





         

Jardín Taman Ujung (Jardín junto al mar)






Se trata de una residencia de verano, también de los reyes de Karangasem. Fue construida imitando la arquitectura occidental con ayuda de los holandeses, ya que estos reyes eran los únicos que los apoyaban en la isla. Está situada en el medio de unos estanques decorados con nenúfares y otras plantas acuáticas. En el interior del edificio se pueden ver viejas fotos de esa época, entre ellas las del rey con sus tres mujeres y sus 25 hijos. 







     








Desde lo alto de estas escaleras, se divisa el mar. Pero hacía demasiado calor como para subirlas...

Comimos, una vez más, en un warung situado al borde de la carretera. Nos tomamos nuestro tiempo porque estábamos bastante cansadas. No recuerdo muy bien a qué otro templo quería llevarnos Santhi, pero le dijimos que pasábamos de templos, que preferíamos visitar unas salinas tradicionales que nuestra guía situaba por esa zona. Esta es la ventaja de coger excursiones privadas, porque al final mandas tú y vas a donde tú quieres.


Salinas en Amed, Karangasem

Este pequeño pueblecito de pescadores musulmanes vive en gran parte de la extracción de sal, cosa que hacen de forma manual y totalmente tradicional. Nos enseñaron todo el proceso. Por las mañanas un pescador se acerca a la orilla con sus cubos para recoger agua del mar que después vierte sobre un rectángulo de arena previamente creado al lado de la cabaña en donde seguirán el proceso. Tiene que hacer eso durante muchas horas para asegurarse de que la arena quede bien empapada. 






La arena empapada se va pasando a unos recipientes en el interior de la cabaña en donde se deja escurrir durante unos tres días. El agua se va filtrando por unos caños y acaba en unas vasijas.


Esa agua escurrida se pasa a los secaderos exteriores construidos con troncos de bambú ahuecados.



El agua permanece en los secaderos hasta su evaporación y es entonces cuando se recoge la sal.

 




La tarde empezaba a caer, así que vuelta al hotel, baño en la piscina y cena en el localito de al lado.




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