Día de relax
Tal y como habíamos hecho la otra vez, decidimos descansar después de la excursión del lunes. Así que estuvimos de relax en la piscina y a las 4 cogimos un taxi para ir al "Café del Mar", al que ya le habíamos echado el ojo en nuestros paseos por la zona de Petitenget. Está situado entre Canggu y Seminyak.
Es un club de estilo ibicenco. Lo primero que te llama la atención al entrar es lo grande y espacioso que es; lo segundo, la cantidad de personal que está trabajando ahí, y por último, el trato personalizado (cuando nos fuimos, las chicas que están en la puerta de la recepción nos dijeron adiós por nuestros nombres, lo cual nos pareció increíble dada la cantidad de gente que estaba en el local).
Para empezar pedimos una sangría rosé. El camarero, un chico muy simpático, nos dijo si queríamos un par de copas o una jarra, "claro, la jarra", y entonces preguntó si pensábamos invitarlo también a él, jajajaja, le debió de parecer exagerado para dos "abuelitas". Al traer la jarra, volvió a insistir: "¿seguro que no tengo que poner tres copas?"...
Y ahora vamos con el menú:
Una vez más, tuvimos ocasión de contemplar la magnífica puesta de sol en la isla de los mil templos:
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