Día de relax
Como siempre, después de un día de excursión tocaba otro de relax. En la piscina del hotel hasta las 4 y después cena en el restaurante Sardine. Temprano de vuelta en el hotel porque al día siguiente íbamos a hacer otra salida.
Este restaurante es de lo más curioso. Es un gran pabellón decorado con elementos de bambú que mira hacia sus propios campos de arroz y otros productos orgánicos de su propia cosecha. En realidad, tiene dos áreas bien diferenciadas: una con mesas de comedor y otra, con sofás y sillones para tomar unas copas o un café. El ambiente es muy agradable, con buena música y al volumen adecuado.
Este restaurante es de lo más curioso. Es un gran pabellón decorado con elementos de bambú que mira hacia sus propios campos de arroz y otros productos orgánicos de su propia cosecha. En realidad, tiene dos áreas bien diferenciadas: una con mesas de comedor y otra, con sofás y sillones para tomar unas copas o un café. El ambiente es muy agradable, con buena música y al volumen adecuado.
Vamos con el menú:
Sangría de vino blanco con fruta de la pasión y mojito de raspberry. La tapita: plátano seco (lo rojo, ni idea)
Sangría de vino blanco con fruta de la pasión y mojito de raspberry. La tapita: plátano seco (lo rojo, ni idea)
Mejillones al no sé qué de entrante
La casa invita a almejas con pepino al no sé qué...
Filetes de mahi mahi con no sé qué...
Degustación de variados de postre
No hay comentarios:
Publicar un comentario