martes, 31 de agosto de 2021

Portugal Norte: Vila Real, Lamego, Pinhao... del 28 de agosto, sábado, al 30 de agosto, lunes, 2021 (Chus y María) - Parte 1

Vila Real y Solar de Mateus(sábado, 28 de agosto, y lunes, 30 de agosto de 2021)- Alto Douro Vinhateiro

Vila Real

Una escapadita de vez en cuando hace falta. Y eso hicimos Chus y yo este fin de semana. Habíamos reservado en la Quinta dos Viscondes de Várzea, cerca de Lamego, para movernos desde allí. Os dejo aquí el enlace para que veáis este magnífico lugar, donde solo se respira paz y tranquilidad. 

Salimos de Vigo a las 8:30 de la mañana para poder aprovechar el día y nos dirigimos por la A3 hasta Braga. Allí enlazamos con la A11 a Guimaraes para, seguidamente, empatar con la A4 hasta Vila Real.

Vila Real es la capital del distrito homónimo, situada en la región de Trás-os-Montes. Está muy cerca de la sierra del Marao y frente a otra impresionante sierra, la de Alvao, cuya altitud máxima es de 1315 m, y en la confluencia de los ríos Corgo y Cabril. Tiene alrededor de 52 000 habitantes. 

Parece que la zona ya estuvo habitada en el Paleolítico. Pero la población surge en 1285, cuando el rey Dionisio I eligió el emplazamiento de la villa que él quería que fuese "cabeza y centro de la antiquísima Panóias", una amplia comarca geográfica, rica en tiempos de los romanos por sus muchos ríos, minas y viñedos. La villa creció deprisa por la proximidad de los campos de vid (bodegueros, fabricantes de barricas...)

Situada en lo alto de un promontorio, Vila Real conserva en su centro una arquitectura aristocrática, con casas blasonadas, ventanas manuelinas y balcones tradicionales en hierro forjado. La avenida Carvalho Araújo atraviesa esta parte de la ciudad. En uno de sus extremos está el edificio del Ayuntamiento, del siglo XIX, que tiene una doble escalinata de acceso, al estilo del palacio de Mateus.


Más o menos hacia la mitad, se encuentra la Sé, construida en el siglo XV por monjes dominicanos oriundos de Guimaraes, con estilo románico aunque con elementos del gótico. Fue levantada sobre la antigua iglesia del convento de Sao Domingos. 
La torre fue construida en el siglo XVIII. Lo que vemos hoy día es una remodelación del siglo XIX ya que la primitiva catedral se quemó en un incendio en 1837. Las vidrieras se colocaron durante las últimas obras (2001-2005).

Órgano sinfónico de la catedral, construido ya en el siglo XXI y que, probablemente, es el más moderno de todo el país, con sus cuatro teclados, treinta y tres registros y un total de 2192 tubos

Frente a la fachada principal se alza un cruceiro de enorme altura.


Frente a la Sé, en el otro lado de la avenida Carvalho Araújo, está el Palacio de los marqueses de Vila Real, también conocido como Casa do Arco, con sus bellas ventanas manuelinas geminadas. El bajo es hoy la Oficina de Turismo, donde una chica encantadora nos dio unos mapas y unas cuantas explicaciones sobre la zona muy interesantes. 



El edificio fue construido en el siglo XVI y tiene dos plantas. La fachada es de granito y tiene cuatro ventanas manuelinas, dos de ellas geminadas. El linaje de los marqueses de Vila Real terminó en 1641 cuando el último descendiente, D. Pedro de Meneses, fue decapitado en la plaza lisboeta del Rossio acusado de traición al rey Joao IV.

En el medio de la avenida y en su parte central, casi a la misma altura que el palacio de los marqueses, se halla el monumento a Carvalho Araújo, del escultor Anjos Teixeira, inaugurado en 1931. José Botelho de Carvalho Araújo fue primer teniente de la Armada y comandante del detector de minas Augusto de Castilho que se hizo célebre por proteger un navío de pasajeros de los bombardeos de un submarino alemán cerca de las Azores.


En una de las calles laterales de la avenida, se alza el conocido como "Pelourinho da Gaiola". El original fue levantado en 1515 y de él solo queda la columna octogonal, el resto es una imitación por haber sido destruido. Está formado por una base de cuatro peldaños octogonales sobre el que se asienta un paralelepípedo también octogonal que soporta el fuste. La columna termina en una estructura en forma de jaula ("gaiola" en portugués) con sus cuatro caras comunicando entre sí a través de aberturas con forma de arco redondo. En la cima, una cruz de hierro con una bandera. 


Volviendo hacia el extremo donde se alza el ayuntamiento, vemos la casa de Diogo Cao. Según la tradición aquí nació el portugués, uno de los más destacados navegantes del siglo XV, recordado por haber realizado dos viajes de descubrimiento en la costa occidental africana entre 1482 y 1486 al servicio de Juan II de Portugal. Es una casa de tipo medieval de tres plantas y fachada de piedra, en la que lo más llamativo es la escalera exterior cubierta por una amplia arcada. Está considerada Inmueble de Interés Público. 


Poco antes de llegar a esta casa, en la parte central, vemos dos fuentes, una tradicional y otra más moderna resultado de la rehabilitación que se está llevando a cabo en la avenida. 



En la parte posterior del ayuntamiento hay un mirador. La ciudad de Vila Real está situada a 427 m de altura sobre una colina que, como ya dijimos, forma una especie de península entre los ríos Corgo y Cabril. En la parte oeste, a casi 400 m de profundidad, discurre el río Cabril, mientras que al este se avista el profundo barranco que sirve de cauce al río Corgo. Los dos ríos confluyen en el extremo sur del promontorio, donde también pueden verse algunos vestigios de la muralla medieval. El mirador se conoce como "Miradouro da Vila Velha".


El Cabril es un río corto que discurre íntegramente por el distrito de Vila Real y es afluente por la margen derecha del río Corgo, afluente a su vez, también por la derecha, del río Duero. No llegamos a verlo en el vídeo por la profundidad del barranco.



Al fondo de estas fotos vemos con claridad el puente de Vila Real cruzando el río Corgo. Es parte de la A4. 

Junto al mirador descubrimos el cementerio de Sao Dinis de Vila Real. No es que el cementerio sea en sí una atracción turística, pero este está considerado uno de los cementerios románticos más bonitos y mejor conservados del país. Fue construido en 1841 y en su interior, aparte de los consabidos mausoleos y tumbas, se encuentra la iglesia de Sao Dinis. En este cementerio reposan algunas de las personas más conocidas de la vida contemporánea de Vila Real, como Adelino Samarda, primer gobernador civil de la República. Las explicaciones sobre quiénes son, en forma de libros que se abren, resultan muy curiosas. 


De regreso al parking donde habíamos dejado el coche, pasamos por la Praça Camilo Castelo Branco, a la izquierda del ayuntamiento. Allí se alza el instituto de secundaria que lleva el nombre del famoso escritor portugués. 

Tengo que aclarar que la visita a Vila Real se corresponde con dos días, el de llegada y el de partida, ya que en ambos nos detuvimos en ella. Es una ciudad bonita, tranquila, que merece un detenido paseo por sus calles antiguas, cosa que todavía tenemos que hacer. 


Solar de Mateus

Mateus da nombre a uno de los vinos portugueses más conocidos internacionalmente. La botella de Mateus Rosé se convirtió desde su lanzamiento en los años 40 en un icono del diseño. Su forma se inspiraba en las petacas que utilizaban los soldados en la I Guerra Mundial y llevaba en la etiqueta un grabado del Palacio de Mateus. De ahí que el vino haya sido siempre el principal embajador de esta joya del barroco portugués. Curiosamente, el vino Mateus Rosé no tiene nada que ver con el Solar de Mateus. Los productores del vino se limitaron a comprar la imagen del palacio para ponerla en la etiqueta. Hoy el Solar de Mateus es una de las fundaciones más activas de Portugal.


Los primeros planos del edificio fueron elaborados por Nicolau Nasoni, el arquitecto más importante en el siglo XVIII en el norte de Portugal. En el siglo XIX se añadieron los cuidados jardines y ya en el siglo XX el gran estanque que refleja en sus aguas la fachada del edificio. 

Chus caminando por la senda que lleva al palacio





Joao I otorgó el título de conde de Vila Real en el siglo XV al que había sido el primer gobernador de Ceuta. La familia residió en la ciudad hasta que, en la primera mitad del siglo XVIII, António José Botelho Mouao decidió levantar su palacio a unos 3,5 km de la villa. El conde no reparó en gastos e hizo llamar al mejor arquitecto para dirigir las obras, Nicolau Nasoni. Este desplegó todo su talento en el diseño del palacio hasta convertirlo en una de sus obras maestras. 

La armoniosa fachada, con el cuerpo central del edificio retranqueado para formar el patio de honor, se remata en el techo con chimeneas estilizadas, estatuas alegóricas y el escudo familiar. 


 
 


Chus sentada en el estanque frente a la fachada mientras esperábamos para la visita guiada. Al fondo, el camino por el que habíamos accedido.


Como se puede ver, a la planta principal se accede por una escalinata doble diseñada y decorada con la simetría y ornamentación propias del barroco.





La visita al interior no resulta demasiado interesante, no sé si por el guía que nos tocó, un chico con poco espíritu, o porque en el fondo recorrer salas sin demasiadas cosas que apreciar me resultó un tanto aburrido. Quizá para los amantes del arte y las cosas antiguas tenga más valor, no lo pongo en duda. No quiero decir que nosotras no lo seamos, pero lo cierto es que en este caso no acabamos de encontrarle el gustillo a lo que allí se encuentra. Realmente, nos hubiéramos quedado con la fachada y los jardines.

Sí destacamos los artesonados de los techos de las diferentes salas. Aquí recojo solo dos.


 

Y, por supuesto, la Biblioteca que, entre sus tesoros, guarda la primera edición impresa de "Os Lusíadas".




Recorrimos los dormitorios (sin entrar en ellos porque no estaba permitido) que, como diferencia con otros palacios de la época, son cuartos independientes en un mismo pasillo y no salas comunicadas de forma que hay que atravesar las de otros para llegar a la propia. Desde el pasillo se ve un crucero y la fachada de la capilla.


Por supuesto que hay muebles y objetos de gran belleza y valor:
 





Salimos del edificio y a través del pasadizo que se abre en su parte central, accedimos a la sala de los carruajes.


De allí a la capilla, que no tenía nada que ver. Y ya terminó la visita guiada. Chus y yo nos dimos una vuelta luego por los jardines. 

Fueron construidos en distintas etapas entre los siglos XVIII, XIX y XX. Se estructuran en terrazas y simetrías. Destaca el que presenta forma de laberinto (estos espacios eran utilizados por la nobleza para mantener citas secretas sin que nadie sospechara). Las distintas zonas se separan mediante pequeños setos de boj recortados formando bonitos dibujos geométricos, pérgolas e incluso el escudo de armas de la familia. También hay espacio para las flores, sobre todo camelias y rosas. Y llama la atención el pasadizo formado por cedros monumentales, cuyas copas se tocan formando un túnel que no deja pasar ni un rayo de luz solar. 

Fachada trasera del edificio desde la puerta de la capilla



Chus junto a un estanque y de fondo la fachada posterior del edificio

 
Acabada la visita nos dirigimos ya hacia la quinta que habíamos reservado, cerca de Lamego. La carretera, impresionante. El Alto Douro Vinhateiro es una maravilla, vides y vides por todas partes... Patrimonio de la Humanidad desde el 14 de diciembre de 2001 en la categoría de paisaje cultural. 

Atrás queda Vila Real y el puente de la A4





Nos detuvimos a comer en una "adega" (bodega) regional en la que solo había "bife" (bistec). Riquísimo, acompañado de una ensalada de tomate y arroz blanco, además de las consabidas patatas fritas. 12 euros entre las dos... ¡increíble!... con coca-cola y cerveza.




Quinta dos Viscondes de Várzea

Ya os dejé arriba el enlace a este alojamiento. Pero ahora voy a contaros algo más.

Se trata de un ejemplo de arquitectura gótico-manuelina de Portugal. Los propietarios, Maria Manuel y José Pedro Cyrne, decidieron recuperar esta casa de su infancia, una de las de la familia, para dedicarla al turismo rural hace unos diez años. El hotel está preparado para todo tipo de eventos. Cuenta con unas 40 habitaciones repartidas por los diversos edificios que se encuentran en la propiedad. En la casa principal se hallan la recepción, las salas comunes y los comedores, siempre listos para ser usados. En el exterior hay una piscina de agua salada y una pista de tenis. La quinta se halla rodeada por una inmensa extensión de viñedos.

Nuestro cuarto
El mobiliario es antiguo, en consonancia con la historia del edificio. Las habitaciones tienen techos altos y son muy grandes y espaciosas. 

Vistas desde nuestro cuarto. Hacia abajo, se ve gente en las hamacas de la piscina

La casa principal vista desde nuestro cuarto

Nosotras pasamos un tiempo en la piscina antes de cenar. Había cena buffet y nos habíamos apuntado. Antes de acceder al recinto preparado para la cena nos dimos una vuelta por la casa principal. También por el exterior. 

Chus en uno de los sillones de la primera sala

Chus de pie en la sala del medio y de camino a la tercera sala

Y ya en la tercera sala

Baranda de la casa principal




En estas dos fotos, el comedor principal

Y en estas dos, el segundo comedor

Recorriendo el exterior de la casa principal

Fuente en el exterior de la casa principal

Chus junto a la fachada posterior de la casa principal


Esperando para cenar

En estas dos fotos, recinto de la cena buffet




Desde nuestra mesa estas eran las vistas

Y fin de un día fantástico, lleno se descubrimientos. Para rematar, descanso en un completo silencio.