viernes, 20 de agosto de 2021

Málaga provincia: del 30 de julio, viernes, al 5 de agosto, 2021 (María, visita a Antonio Valiente) - Parte 3

 Málaga_Torcal de Antequera, Dólmenes y Antequera (domingo, 1 de agosto de 2021)


El Torcal de Antequera era otro de los sitios que quería visitar en este viaje. Es un paraje natural único, declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO.

Os dejo aquí el enlace oficial 

Lamentablemente, no me encontraba muy bien, así que no pudimos hacer ninguna de las rutas que hay en la zona. Nos limitamos a ver un poco los alrededores del centro de interpretación. 

Es una muestra impresionante de paisaje kárstico y debe su nombre a las "dolinas" o "torcas", que son curiosas formaciones en forma de depresiones circulares. Abundan las rocas calizas, con más de 150 millones de años, formadas por sedimentos marinos muy sensibles a la erosión. La acción lenta, pero continuada, de la lluvia, la nieve y el viento ha moldeado este característico paisaje. Algunas cuevas y simas confirman la presencia del hombre en el Torcal desde la Prehistoria. 


Desde el primer momento somos conscientes de la grandeza de estas formaciones.


Me divirtió mucho buscar imágenes conocidas en las formaciones rocosas. Por ejemplo, en la que sigue, casi veo un castillo medieval con sus escaleras de acceso y sus murallas. 


Las distintas capas de formación están muy claras.


En la foto que sigue podemos ver a la izquierda el edificio del centro de interpretación.


Nos acercamos a un mirador cercano al centro:




En el valle, Villanueva de la Concepción, desde donde habíamos iniciado la subida. 



Como ya he dicho, no estaba en condiciones de hacer una caminata, aunque me hubiera gustado. Así que bajamos hasta Antequera. Está situada en el norte de la provincia y cuenta con unos 40 000 habitantes. Se la conoce como "el corazón de Andalucía", debido a su situación geográfica, en el cruce de las carreteras que conectan Sevilla, Granada, Málaga y Córdoba. Destaca por su rico patrimonio histórico y artístico.

La zona de Antequera estuvo habitada desde el Paleolítico. Destacan, sobre todo, las culturas de la Edad del Bronce, de la que se conservan numerosos restos, como el Conjunto de Dólmenes de Menga, Viera y el Romeral. Datan de fechas entre el 2500 y el 2000 a. C., aunque algunos historiadores dicen que pertenecen al 4000 a. C.

Entrada al dolmen del Romeral, el primero que visitamos

Frente al dolmen, un camino de cipreses que lleva hasta él


En el interior del dolmen, en donde la parte central está cubierta por una enorme piedra a modo de techo

 Entrada al dolmen de Viera  
 Desde una ventanita, se ve la cámara funeraria 


Entrada al dolmen de Menga, considerado uno de los mayores del mundo. Presenta la particularidad de no ser una tumba (no se han encontrado restos humanos) sino que más bien parece haber sido un templo
Curiosos dibujos en la puerta de entrada... se puede ver una estrella de mar, quizá entonces el nivel del mar no había retrocedido tanto 
Las cobijas de la cubierta son unas piedras enormes que pesan un montón de toneladas 
Aparte de lo que pesan, tienen un grosor de dos metros



En el dolmen de Menga hay un curioso pozo de gran profundidad. A mí me recordó el pozo iniciático de Sintra, salvando las distancias. ¿Cómo es posible que en el Paleolítico se perforara un pozo semejante?

A la salida de los dólmenes le hice esta foto a Antonio, en la que se ve la conocida como "Peña de los enamorados". Se trata de un gran peñón calizo y uno de los referentes del patrimonio natural de Andalucía. Como todas las cosas que resultan extrañas o inexplicables, tiene su propia leyenda:


Aunque inspirada en la Edad Media, se dio a conocer sobre todo en el Siglo de Oro. Cuenta que un cristiano cautivo en Granada, Tello, se enamoró de una mora bellísima de Archidona, Tagzona, hasta el punto de que ambos decidieron escaparse juntos hacia las tierras cristianas de Antequera. El padre de la joven descubrió sus planes y mandó a sus saeteros para que los detuviesen. Los amantes subieron por la peña que hay a medio camino entre Archidona y Antequera y, viendo que iban a ser atrapados, decidieron que preferían morir juntos a vivir separados. Así que, abrazándose, se lanzaron al vacío desde lo alto.





Algunas crónicas apuntan a que, en realidad, los desventurados amantes eran una princesa árabe y un caballero cristiano. Tello, soldado del rey Fernando, habría sido capturado cerca de Antequera y recluido en los calabozos de la alcazaba de la ciudad. Sería durante su cautiverio cuando se embelesó de la joven hija de un rey musulmán.


El recinto monumental de la Alcazaba de Antequera fue declarado bien de interés cultural en 1985. La mayor parte de las murallas conservadas datan del siglo XIV, pero en su construcción se utilizaron materiales de la época romana. Se conoce tradicionalmente como castillo, fortaleza o alcazaba de "Papabellotas" y consiste, como se ve por la fotografía, en dos grandes torres unidas por la muralla, en la que, además, se ven otras dos pequeñas torres de planta semicilíndrica y semicuadrada, respectivamente. La torre más importante es la del Homenaje, conocida popularmente como "Reloj de Papabellotas". Sobre ella se construyó en el año 1582 un templete campanario en piedra y ladrillo de estilo manierista para cobijar la campana mayor de la ciudad. La otra torre, conocida como "Torre Blanca", sorprende por la perfección técnica demostrada en su fábrica de sillería. 

Todo en Antequera habla de un pasado histórico brillante. Parece ser que la fundación de la ciudad va ligada a la aparición del municipio romano de Antikaria. Durante la dominación árabe fue Medina Antaqira y, desde mediados del siglo XIII, la corona de Castilla reconoció la importancia estratégica de la ciudad. Fue conquistada por Don Fernando, que pasó a ser Don Fernando de Antequera, en 1410. Durante la Reconquista se convirtió en una de las ciudades más importantes de Andalucía.

Hacía calor, era tarde y el sr. Google nos ayudó a buscar un restaurante abierto. Comida espectacular...



Antequera tiene mucho que ver, en cierto modo me recuerda a Plasencia. Ambas están llenas de iglesias, conventos, palacios y plazas que hablan de unos tiempos muy señoriales. Nosotros la recorrimos a vista de pájaro en un paseo que nos dimos para bajar la comida...



La curiosa torre de la iglesia de San Sebastián sobresale entre los edificios


Curioso remate en un edificio 

Los enrejados y el ladrillo vista dan un aire mudéjar al conjunto



La Insigne Iglesia Colegial y Mayor Parroquial de San Sebastián es un templo católico situado en el corazón de la ciudad, en la plaza de San Sebastián. Fue construida entre los años 1540 y 1549, destacando su portada plateresca construida en 1548, diseñada por Diego de Guevara. La magnífica torre de ladrillo, de 60 m de altura, uno de los elementos emblemáticos de la ciudad, la construyó Andrés Burgueño entre los años 1701 y 1706. Su diseño y su construcción relacionan esta torre barroca con las mudéjares aragonesas. Se corona con un ángel-veleta, conocido como "EL Angelote", de casi tres metros y medio de altura. 


En la plaza, de gran belleza, se rinde homenaje a dos figuras ilustres de la historia de Antequera: el poeta José Antonio Muñoz Rojas y el pintor José María Fernández. Es un conjunto escultórico con dos estatuas en bronce de ambos personajes a tamaño real. Ambos están conversando en un banco. José María Fernández aparece con un dibujo de la fuente de la plaza mientras que José Antonio Muñoz Rojas sostiene un ejemplar de su libro
Las Cosas del Campo. El trabajo, que lleva por título "EL Arte sin Tiempo", es obra del escultor Pedro Fernández. 

En el centro de la plaza se puede ver la fuente renacentista del granadino Baltasar de Godros construida en 1545. Inicialmente se colocó en la Plaza Alta, luego en el Coso de San Francisco, desde donde se trasladó a su ubicación actual en la plaza de San Sebastián. 

En una esquina de la plaza, el Arco del Nazareno.


Caminando por las callejas de Antequera, llegamos a otra hermosa plaza: El Coso Viejo de Antequera, un amplio espacio urbano situado en el centro histórico de la ciudad. Destaca por sus valores arquitectónicos, artísticos y culturales. Está presidida por la estatua ecuestre del infante don Fernando de Antequera, realizada en bronce. A un lado de la plaza se levanta la fachada barroca del Palacio de Nájera, hoy Museo de la ciudad, y enfrente, el bello y alargado edificio de la Iglesia y Convento de Santa Catalina de Siena.

En la foto, la estatua y, tras ella, la iglesia y el convento


Un montón de rincones y edificios de gran belleza conforman el centro histórico de Antequera.

Emprendimos la marcha y en el camino de vuelta nos encontramos con otro de los bellísimos pueblos blancos de la provincia:




No nos detuvimos en él, pero sí en Álora. En un mirador al que nos costó un poco llegar: la Ermita del Calvario. Antiguamente hubo aquí otro templo, pero fue destruido por un rayo. Desde aquí hay unas magníficas vistas del Valle de Guadalhorce y el pueblo de Álora. Junto al edificio hay un pequeño jardín con bancos donde relajarse contemplando la panorámica. 




Álora es otro de los pueblos blancos de la provincia de Málaga. Se sitúa en el centro de la provincia, dentro de la comarca del Valle del Guadalhorce. La historia de Álora se remonta a la prehistoria. Sus características geográficas hicieron que los Tartessos y los Fenicios descubrieran las posibilidades comerciales de la zona. Parece ser que estos últimos están en el origen de los cimientos del castillo que, más tarde, aprovecharían los romanos, fortificándolo. Estábamos cansados, por eso no fuimos hasta el castillo, una pena, porque luego he visto fotos y hubiese merecido la pena. 

Desde el mirador de la ermita se podía ver la primitiva parroquia de Santa María de la Encarnación de Álora, situada en un alto




No hay comentarios:

Publicar un comentario