jueves, 12 de agosto de 2021

Mayo, 21 de 2021: Ecopista de Vilanova de Cerveira (Chus y María) - Parte única

Viernes de senderismo

Viernes, 21/05/2021:


Ecopista de Vilanova de Cerveira (distrito de Viana do Castelo, Portugal-Norte)

Hoy tocaba Portugal... ¡hacía tanto que no íbamos por el país vecino! El COVID-19 nos lo había impedido...  Vilanova de Cerveira es una villa portuguesa situada en el distrito de Viana do Castelo, en la región del norte y en la mancomunidad del Alto Minho, de aproximadamente 1400 habitantes. Todos los sábados se celebra aquí un mercadillo con mucha fama entre los pontevedreses en el que se puede encontrar de todo: zapatos, ropa, comida, muebles, plantas, utensilios de cocina y del hogar en general, etc. También es muy visitada por la escultura de un ciervo en lo alto de un monte cercano, a donde se puede llegar en coche... las vistas desde allí son espectaculares y ahora, además, tienen el atractivo de poder subir a uno de los famosos columpios para hacer fotos destinadas a instagram, jejejeje.

Nosotras conocemos muy bien Vilanova, pero nunca habíamos hecho el recorrido por su ecopista, así que nos decidimos. En realidad, va hasta Valença do Minho, no obstante nos pareció mucho andar (entre otras cosas, porque luego había que dar la vuelta para recoger el coche), así que solo hicimos una parte del total.

Iniciamos el recorrido y nos encontramos con esta escultura que no tenía ninguna explicación, por lo que no os puedo decir qué significa.


Seguimos caminando, dejando el río Miño siempre a nuestra izquierda. Como sabéis, el Miño es la frontera natural entre España y Portugal, así que lo que se ve al otro lado es tierra gallega. El río avanza tranquilo hacia su desembocadura, en Caminha, del lado portugués, y A Guarda, del lado español.



A continuación, otra de las esculturas que encontramos en el camino. Nos pareció preciosa, si bien tampoco tiene ninguna explicación.


Hay un momento en el que la ruta se aparta un poco del río y tenemos que caminar por las calles del pueblo. Aquí nos encontramos con algo muy curioso: parecía que estaban construyendo algo así como un parque infantil con plásticos y botellas recicladas. Días después, vimos que esa estructura la habían colocado en el río a modo de parque acuático para concienciar de la necesidad de reciclar y limpiar nuestros ríos. 


En esta zona del camino, abundan las hortensias, que empezaban a florecer.


De nuevo, descendemos hacia la orilla del río y vemos el puente internacional que une España con Portugal.


Como veis por la siguiente foto, no íbamos en plan senderismo, sino en plan paseo, con nuestro bolsito y todo. Por aquí, muy bien, un agradable paseo. Pero de repente nos dimos cuenta de que los kms se iban acumulando en nuestros pies. 


Si observáis el mapa de la ruta, veis que hay un momento en el que parece que damos marcha atrás. Es la zona de la Playa de A Lenta y el área de recreo de Lovelhe. El río hace aquí unos recovecos y, de hecho, deja una especie de isla en el medio.

Se trata de una pequeña playa, un merendero con mesas, una caseta para avistamiento de pájaros y un agradable café de madera junto al río.



Y si seguís mirando el mapa, veréis que desde esta zona de recreo aún caminamos un montón, hasta que Chus empezó a decir que a ese paso íbamos a llegar a Valença do Minho y entonces decidimos regresar, pero no por el mismo camino sino entre los montes. 


Parte de ese camino de vuelta transcurre paralelo a las vías del tren.


Así llegamos a un punto desde el que se ve perfectamente la escultura del ciervo. Parece que está muy cerca en la primera foto, pero la segunda desmiente esa percepción.


 

Y si caminar por la ecopista había resultado agradable, la vuelta entre árboles y bosques no lo fue menos. Siempre, el verde...






Os voy a contar, ahora, la historia del ciervo:

Hay quien dice que el nombre de la villa se debe a que antiguamente había una gran colonia de ciervos en este entorno. Otros dicen que el nombre proviene del primer señorío de la comarca, Joâo Nunes de Cerveira, uno de los grandes del rey Sancho I que tuvo un solar en esta comarca. 

Sin embargo, hay una leyenda que dice que los habitantes del pueblo, muy pocos frente al ejército español que los asediaba, decidieron poner antorchas en los cuernos de los ciervos y venados de la zona de forma que de noche parecían un ejército muy numeroso. Los enemigos se retiraron. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario