miércoles, 18 de agosto de 2021

Julio, 18 de 2021: Visita guiada al Bosque de A Picaraña (Chus, Pili y María) - Parte única

Domingo de senderismo

Domingo, 18/07/2021:


Visita guiada al bosque de A Picaraña (Ponteareas)

La Diputación de Pontevedra organiza, de vez en cuando, rutas de bosques terapéuticos con guía. Chus y yo ya habíamos ido a una en el río Verdugo, que no he incluido en el blog porque realmente no fue gran cosa y duró muy poquito tiempo. Pero esta, a la que también fue Pili, nos gustó mucho. Así que ahí va.


El punto de encuentro, como decía el mensaje, era la "Pena do Equilibrio". "Pena" en gallego significa "roca, peña". Realmente, resulta impresionante acercarse a este punto y ver cómo una piedra se mantiene en equilibrio sobre otra.



El Monte de A Picaraña, en Ponteareas, debido a la presencia de estos "penedos", es un lugar cargado de leyendas. En la cima, hay una especie de santuario y un montón de cruceiros, quizá, como siempre, para cristianizar un lugar de culto pagano.

Está situado a escasos 5 km de Ponteareas y se puede subir hasta arriba en el coche. Eso sí, siempre haciendo un alto junto a las curiosas formas que presentan las rocas. Para los más atrevidos, se puede hacer el camino a pie, aproximadamente unos 7 km en continua ascensión. En nuestro caso, no se trataba de una ruta de senderismo como tal, sino de dar un pequeño paseo por el bosque sintiendo la comunicación espiritual con él, tratando de lograr una conexión con la naturaleza que nos lleve a comprenderla, amarla y respetarla. 

Dice la leyenda, sobre la "Pena do Equilibrio", que los monjes de un monasterio cercano, el de Canedo, ponían cada noche una botella de cristal debajo de la roca para comprobar si la piedra se movía. Y a la mañana siguiente se encontraban siempre con la botella hecha añicos. También se dice que, aunque empujes con todas tus fuerzas, la piedra no se moverá. ¿Cómo, entonces, rompía la botella cada noche? ¿Se mueve o no se mueve?...

La guía, de origen alemán, resultó ser encantadora y una amante de la naturaleza que disfruta transmitiendo su sentimiento a los que la rodean. Nos dio montones de explicaciones sobre los árboles y la flora en general de la zona. En la foto de abajo podemos ver al grupo escuchándola. También vemos a su lado unos montoncitos de piedra que, unas veces, son ofrendas, otras, petición de favores, y las más, simple entretenimiento para gente que lo ha tomado como una forma de diversión. Se ha difundido esta costumbre a través de las redes sociales y no hace mucho apareció el arenal de la Praia das Catedrais, en Lugo, cubierto con este tipo de montículos, lo cual es una irresponsabilidad total por parte de quienes lo hacen, ya que cada piedra tiene su lugar en el entorno y si tú modificas una, estás modificando todo.


Nos sorprendió gratamente el bosque. Hay montones de senderos para realizar rutas de senderismo. Los consideraremos para otra ocasión. En este vídeo nos podéis ver caminando. 

La guía quiso mostrarnos cómo es posible la convivencia entre el ser humano y la naturaleza y nos acercó hasta un recóndito lugar en el que hay una casa con todo tipo de plantaciones en sus fincas. Zona en la que, además, abundan los avellanos, como los que se ven a continuación.




Y aquí la guía intentando clasificar una determinada planta:


Durante el camino fuimos haciendo ejercicios que la guía nos proponía para comunicarnos con la naturaleza y sentirla. Me encantó especialmente el momento en el que nos detuvimos, con los ojos cerrados, a respirar de forma consciente y a concentrarnos en los sonidos que éramos capaces de percibir. El toque de las campanas de la iglesia de fondo le da un aire mágico al momento.


Antes de volver al punto de encuentro pasamos por otra curiosa formación rocosa, conocida como "O Sombreiro".




Hay muchas formaciones que han recibido nombres concretos, como la de "O monxe", que vimos subiendo a la cima con el coche. No nos detuvimos a fotografiarla, pero os dejo aquí una imagen en la que se ve lo que parece un monje encapuchado frente a un altar...

Cortesía del Blog "Galicia con niños"

Tampoco vimos otra de las piedras más conocidas, "A Pena dos Namorados", porque parece ser que quedaba un poco a desmano. Se ve en una de las posibles rutas que se pueden hacer. Vemos aquí también una foto cortesía del mismo Blog:


En relación con esta piedra hay una bonita leyenda.

Llegamos a la cima y nos encontramos con la capilla de la Santa Cruz y unos cruceiros colocados a uno y otro lado del camino que forman un vía crucis hasta el punto más alto. En el centro de la explanada frente a la capilla hay un cruceiro más.


Enormes piedras junto a la capilla.


Desde aquí se pueden contemplar preciosas panorámicas de la zona de O Condado y gran parte del valle del Tea, así como Ponteareas y sus parroquias. Subiendo un poco más, cosa que no hicimos, porque total había mucha niebla, incluso se ve el Castillo de Villasobroso (pasamos cerca luego al bajar). Cuenta la leyenda que en este monte hubo una fortaleza que habría mandado edificar Pedro Madruga para vigilar el castillo de Sobroso, pues estaba obsesionado con conseguir la posesión del mismo. 




Otra leyenda cuenta que en las rocas se pueden ver las pisadas de las herraduras de un caballo que montaba un cristiano al que perseguían los moros. Parece ser que un caballero cristiano huyó a través de las colinas del condado perseguido por un grupo de enemigos. El caballero llegó, sin proponérselo, a la cima del monte de A Picaraña, a una colina que termina en una enorme piedra lisa que se alza sobre un precipicio. Como vio que no tenía salida, prefirió quedarse allí y disparar a sus enemigos, esperando morir y no caer en sus manos, lo que supondría que tendría que renunciar a su fe si quería seguir vivo. Cuando estaban a punto de atraparlo, el caballero lanzó su caballo al vacío, pero, milagrosamente, este alzó el vuelo como si se tratase de un Pegaso, y de esa forma salvó a su dueño.




Ruta del río Xabriña (Mondariz)

La niebla empezó a despejar (no en Vigo) y seguimos hacia Mondariz, en donde teníamos pensado comer y descansar en algún punto cercano al río Xabriña. Hay una ruta estupenda, pero nosotras solo hicimos una pequeña parte hasta encontrar la playita fluvial en la que nos quedamos. Por cierto, que tuvimos alguna que otra discusión para ver por dónde teníamos que empezar, porque Chus decía hacia un lado y yo, cabezona, hacia otro. Me pasé un buen rato dándole vueltas y convencida de que habíamos cogido por la ribera del río que no era, pero, en fin, el caso es que al final disfrutamos de la paz de un rinconcito en el que estuvimos solas hasta media tarde. 


El río Xabriña es afluente del Tea. Desemboca en él junto al área recreativa de Mondariz Balneario, en donde iniciamos la ruta, junto a las canchas de tenis. No buscábamos la playa grande, la de O Val de Mondariz, porque imaginábamos que estaría a tope (como efectivamente vimos a la tarde antes de volver), sino un lugar tranquilo en el que dejarnos caer. 


El agua estaba transparente y nada fría. Además, no cubría y estaba invitando a que nos metiéramos, cosa que hicimos más de una vez. Abajo, nuestra playita privada:





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