jueves, 19 de agosto de 2021

Málaga provincia: del 30 de julio, viernes, al 5 de agosto, 2021 (María, visita a Antonio Valiente) - Parte 1

 Málaga_Torremolinos (viernes, 30 de julio de 2021)


Llevaba tiempo dándole vueltas a aprovechar la invitación de mi amigo Antonio Valiente para visitar la provincia de Málaga. Y, puesto que Chus se había ido a Pantoja (Toledo) y Pili, a la aldea (Piadela-Betanzos), pensé que era el momento adecuado. Pasé dos días y medio en Madrid con mi amiga Pilar, con la que me reí mucho, y desde allí continué camino. Fue un viaje un tanto accidentado, porque no solo se me estropeó el aire acondicionado sino que además me empezó un dolor en el costado izquierdo que me obligó a parar durante más de una hora para esperar a que me hiciera efecto un ibuprofeno. Dolorcillo que acabaría por limitar mi estancia en Torremolinos.

Una vez instalada en casa de Antonio, del que tengo que decir que es un magnífico anfitrión, salimos a dar una vuelta por Torremolinos. Yo había estado en esta ciudad de la provincia de Málaga aproximadamente unos 8 años antes y lo que más me sorprendió fue la transformación del centro en zona totalmente peatonal. ¡Menudo ambientazo había! Gente de lo más variopinta disfrutando, de paseo o en las terrazas, de un espléndido día de verano.



En el enlace podéis ver la variada oferta de actividades que Torremolinos ofrece a sus visitantes.

Torremolinos está situada en la orilla occidental de la bahía de Málaga y a espaldas de la sierra de Mijas. Se encuentra a 13 km del centro de Málaga. Tiene, aproximadamente, 70 000 habitantes, aunque su densidad de población se multiplica en verano. 

Desde los años 60 y 70, el que hasta entonces había sido solo un pueblecito de pescadores empezó a recibir la visita de extranjeros, intelectuales, bohemios, hippies, artistas, aristócratas, personalidades de la jet-set y turistas en general. Todo ello dio lugar a un ambiente liberal, permisivo, cosmopolita que lo diferenciaba de otras zonas de la Costa del Sol, convirtiéndose en uno de los principales referentes del ocio musical y nocturno de España. Actualmente, es meta del turismo gay reconocida en todo el mundo. 

La calle más conocida de Torremolinos es la de San Miguel. Es una calle peatonal, la más transitada del municipio. Se la considera una de las más concurridas de toda Europa.

 


Al final de la calle, se encuentra la iglesia de San Miguel, que me recordó el estilo de las iglesias coloniales en Hispanoamérica. Y detrás de ella, una de las torres defensivas que quedan de tiempos antiguos (de ahí el nombre de la ciudad): la Torre Pimentel o de los Molinos.




Esta torre, antiguamente llamada de los Molinos, cambió su nombre en homenaje a un militar que había ayudado a los Reyes Católicos a conquistar Málaga a finales del siglo XV. Está entre la calle San Miguel y la Cuesta del Tajo que conduce a la playa del Bajondillo. 

Fue construida hace más de 700 años, alrededor del año 1300, y su situación en la parte alta de un acantilado no es casualidad. Fue levantada para formar parte de la red de torres defensivas que los nazaríes construyeron por toda la costa de Andalucía. Tiene 12 m de alto, dos plantas y una amplia terraza superior desde la que se vigilaba la posible llegada de intrusos por el mar. 


Por la Cuesta del Tajo, como ya hemos dicho, se baja al paseo marítimo y a la playa de El Bajondillo.




 
La foto que sigue muestra un curioso edificio sostenido por unos altos pilares.


La Cuesta del Tajo se ha convertido en una calle llena de tiendas de recuerdos, en las que el color azul y la decoración geométrica no deja de recordar el pasado árabe de la ciudad.


También los enrejados de las ventanas y balcones hablan de aquellos tiempos en que los nazaríes dominaban el sur de España. Dichos curiosos en la fachada de esta casa:




Ya en el Bajondillo nos dimos un corto paseo...

La playa es extensa, un arenal de algo más de 1 km de longitud y unos 40 m de ancho. Prácticamente está en el centro de la ciudad y por eso es una de las más concurridas. Es una playa urbana de la que disfrutan los vecinos y los turistas por la gran oferta de servicios. 


Se puede acceder a ella por la Cuesta del Tajo, como acabábamos de hacer nosotros, o por el conocido Camino de la Playa, que cuenta con un buen número de escaleras. También hay dos ascensores: uno municipal desde la Plaza del Panorama (calle de las Mercedes) hasta la Plaza de los Tajillos que está abierto todo el año y el del hotel Meliá, que normalmente solo funciona en verano y cierra a mediodía... en ambos casos hay que pagar 50 céntimos.


Se iba haciendo tarde y decidimos cenar en uno de los restaurantes a pie de playa, que tenía el nombre de Antonio. Una cena deliciosa. Y como al día siguiente teníamos prevista una excursión a Frigiliana, nos fuimos retirando.

Está claro que Torremolinos es mucho más que esto, pero siempre se puede volver, jejejeje...



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