lunes, 20 de enero de 2020

Febrero, 16, 2019: Muíños do Folón e do Picón (Chus, María y Pili) - Parte única

Sábado de senderismo

Sábado, 16/02/2019:

Muíños do Folón e do Picón (Ver situación) 

Pili ya estaba acostumbrada a hacer senderismo, pero no era el caso de Chus ni el mío. Sin embargo, decidimos probar suerte con una ruta que en principio no es demasiado difícil. Nos pareció interesante porque además ninguna de las tres había visitado estos molinos, declarados Bienes de Interés Cultural. Estas construcciones se asientan en unas laderas que sirven de magnífico mirador sobre O Rosal. 

Se trata de auténticas maravillas de ingeniería tradicional usadas para moler el maíz, cuya visita nos hace viajar al pasado e imaginarnos el duro trabajo del campo. A lo largo de la ladera de la montaña, con un desnivel en torno a los 200 metros, se erige un conjunto de más de 60 molinos, increíblemente bien conservados y con hasta 300 años de antigüedad (el más antiguo en pie, el número 16, data de 1715). Algunos eran de uso colectivo, mientras que otros pertenecían a familias que los fueron heredando y que en la actualidad han cedido su uso al Concello do Rosal. 

En conjunto, los Muíños do Folón e do Picón conforman un impresionante relato histórico y patrimonial de la comarca do Baixo Miño. Para los que se animen a realizar la ruta circular que los atraviesa (PR G-94) de alrededor de 1 hora y media de duración, podrán disfrutar de unas vistas únicas de la desembocadura del Miño, la frontera portuguesa y el monte Trega, en A Guarda.

La experiencia resultó muy interesante. Al principio, una vez ascendidos unos cuantos metros, pensé que no iba a ser capaz de conseguirlo, me faltaba el aire y lo de caminar cuesta arriba se me hacía difícil. Pero con pausa y ánimo por parte de Chus y Pili, lo fui logrando. Además, Pili iba bien preparada y, cuando vio que desfallecía, me pasó un plátano (genial, me dio mucha fuerza)  y más tarde frutos secos.

Aconsejamos subir por el lado de los Muíños de Picón, ya que la pendiente es mucho más suave. Cierto que el descenso por el lado de los Muíños de Folón se las trae, pero cuando llegamos abajo y miramos hacia arriba comprendimos que lo habíamos hecho bien, porque la subida por ese lado hubiese sido terrible. 

Inicio del recorrido



El agua, siempre presente

Canales para conducir el agua

Primera parada

  A medida que se asciende, las vistas son magníficas

Camino arriba


    Salida del agua desde un molino






Contemplando las vistas



Segunda parada


Molinos de Picón


Niebla en el valle del Rosal

 


                                                                Curioseando


Parte más alta y ahora se inicia el descenso por la cara de los molinos de Folón

Tercera parada y practicando los selfis









Iniciamos el descenso








Contentas por el magnífico día de excursión 





Los que hacían el camino en sentido inverso al nuestro 


Cuarta parada












Típica imagen de los molinos desde abajo




Ya caminando en llano para regresar
  


 

La excursión terminó en la playa de Camposancos, en donde nos montamos el pic-nic y acabamos bailando bachata jejejejeje. Es un precioso arenal situado en las afueras de A Guarda, con una longitud de 700 metros. Es una playa aislada y bastante virgen formada en la margen derecha de la desembocadura del río Miño. Principalmente compuesta por arena blanca y aguas tranquilas normalmente muy frías.


Vista de la playa



En esta zona de árboles nos quedamos a comer

  

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