viernes, 24 de enero de 2020

Julio, 28, 2019: Parte sur de la ría de Muros y Noia (Chus y María) - Parte 1

Excursión en coche.




Parte sur de la ría de Muros y Noia (Ver situación)

Domingo, 28/07/2019:

San Xusto: Monasterio de Toxosoutos


Como veis, el mes de julio dio para mucho. En esta ocasión, Chus y yo decidimos darnos una vuelta por la parte sur de la ría de Muros y Noia. Fuimos por la AP-9 hasta Padrón, en donde paramos para desayunar, y después cogimos la AC-301 en dirección a San Xusto. En un momento dado la carretera se convierte en la AC-543 y nosotras cogimos hacia el oeste, hacia la costa. En poco tiempo llegamos al concello de Lousame, a poco más de un kilómetro de los límites del municipio de Noia. Y como la entrada a la iglesia de Toxosoutos, en un camino a la izquierda de la carretera, no está muy señalizada, casi casi nos la pasamos.

En otro tiempo, la iglesia perteneció a un esplendoroso monasterio. Se levanta a los pies del río San Xusto, afluente del Sóñora o Traba, que desemboca en la ría de Noia. Se sabe que en el siglo XII un monje la donó a dos caballeros de la corte de Alfonso VII, lo que les valió rápidas concesiones por parte de este y del obispo Xelmírez. Pronto tendría posesiones en toda Galicia e incluso en otras provincias fuera de esta, con lo que llegó a convertirse en uno de los monasterios más ricos. Sin embargo, en el siglo XIV, el monasterio fue perdiendo fuerza debido a las presiones nobiliarias y eclesiásticas que suspiraban por las riquezas de Toxosoutos. Poco a poco fue perdiendo parte de sus posesiones y en 1504 se anexionó al Monasterio de Sobrado dos Monxes, perteneciente al Císter. Siglos después, la invasión francesa y la desamortización de 1835 llevaron al monasterio al abandono. Hoy el lugar es un espléndido rincón rodeado de naturaleza en donde sobreviven unos pocos restos del antiguo cenobio. Destaca la iglesia parroquial barroca del siglo XVIII, con su gran torreón adosado a la izquierda de la fachada. Nos queda pendiente recorrer el paseo de madera que discurre entre carballos, siguiendo el curso del río San Xusto, que se adorna con fervenzas y rápidos.

Hay algo que queremos destacar de nuestra visita: la sensación de que estábamos ante un lugar lleno de misterios y presencias apenas perceptibles. De hecho, en algunas de mis fotos aparecen esas bolas de luz, a las que yo llamo "energías", y que, curiosamente, también fueron señaladas por otro viajero en su blog: el blog de Karkallón. Él también registró en una instantánea lo que llama un "orbe". Al aumentarlo varias veces le pareció observar una especie de rostro en su interior. 


Esta imagen pertenece al blog de Karkallón: veréis que coincide con las presencias que yo capté


En cualquier caso, multitud de leyendas rodean este lugar, como las que hablan de los tiempos de la Inquisición, en los que se dice que había un túnel que conectaba el monasterio con el pueblo, y la existencia de catacumbas en las cuales se enterraban los niños que nacían fruto de los encuentros clandestinos de los monjes con las mozas del lugar. ¡Quién sabe si las almas de esos niños no son las que ahora vemos porque no han abandonado el lugar!


Bajada a la iglesia y el monasterio
La iglesia con su torreón

La explanada frente a la iglesia es un lugar de gran belleza

Desde aquí se oía el río que pasa justo al lado, un poco más abajo

Según hemos leído, el río baja siempre dando saltos entre las rocas


Ahí están las dos extrañas presencias: siempre así, en forma de círculos o esferas. Iguales que las señaladas en el blog comentado




  

Ya nos íbamos

Cruceiro de Eiroa y Playa de Aguieira

Dejamos atrás el monasterio con la promesa de volver para hacer la ruta que sigue el curso del río. Seguimos hacia Noia y poco antes de entrar en la villa nos topamos con el "Cruceiro de Eiroa":


Se encuentra entre los kilómetros 70 y 71 de la carretera AC-550 y es uno de los cruceiros más espectaculares de Galicia. Data del siglo XIX y en él se representa el momento en que se bajaba a Jesús de la cruz por parte de José de Arimatea y Nicodemus para entregárselo a la Virgen María. Está construido en granito, como la mayoría de los cruceiros de la región. Tuvo que ser reconstruido ya que en 2001 sufrió un aparatoso "accidente de tráfico" al estar situado en una curva muy peligrosa. Junto a él hay un pequeño "peto de ánimas" en donde los viajeros pueden dejar sus limosnas. 

No nos detuvimos en Noia más allá de dar vueltas para aparcar, cosa que conseguimos en una zona junto al mar que era bastante fea y que nos desanimó a seguir en el pueblo. Así que continuamos por la AC-550, paralela a la costa, pasamos Portosín y acabamos asentándonos en la playa de Aguieira, en donde sacamos nuestros bocadillos y pasamos un rato muy agradable de relax.




 

    


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