martes, 7 de enero de 2020

Septiembre 2018: Sintra y alrededores (Chus, María y Pili) - Parte 4

Primer viaje de las futuras "Chicas viajeras"

Sintra y alrededores

Lunes, 17/09/2018:

Palacio da Pena, Castelo dos Mouros y Sintra 

Habíamos pasado los días anteriores visitando los alrededores de Sintra precisamente porque queríamos reservar el lunes, supuestamente con menos turistas, para ir al Palacio da Pena y recorrer tranquilamente las callejas de la villa. La verdad que no fue mala idea, pero más que por ser lunes, porque fuimos temprano... cuando nosotras nos marchábamos, el Palacio ya estaba a tope de gente.

Para subir decidimos hacerlo en un tuk tuk (ninguna de las tres habíamos montado antes en uno). El día anterior habíamos quedado con una chica muy simpática en que nos recogería en el hotel para hacer la subida. Y así fue. Os dejo los vídeos, mirad qué caritas de contentas llevábamos, jejejeje:





No voy a dar mucha información sobre el Palacio da Pena porque es algo que se puede encontrar en Internet muy fácilmente. Solamente unos breves apuntes para explicar por qué no se debe dejar de visitar este magnífico monumento que sobresale por encima del resto de los que hay en la pequeña ciudad portuguesa gracias a su belleza arquitectónica, sus jardines, su entorno natural y sus impresionantes vistas.

El Palacio está situado en el punto más alto de una colina, a pocos kilómetros del centro histórico de Sintra. Pese a lo que los españoles solemos pensar al ver su nombre, el Palacio nada tiene que ver con la tristeza, ya que "pena" en portugués significa "roca", "peña", y se llama así porque está construido en la parte más alta de un risco. Se puede comprar la entrada a las puertas, pero también se venden en el centro de la ciudad y se pueden combinar para visitar otros monumentos, lo que no solo te permite un cierto ahorro sino también el hecho de no tener que hacer colas (nosotras utilizamos este sistema, así que ya teníamos nuestro billete). Una vez que traspasas las puertas te recoge un pequeño autobús que te lleva hasta la misma entrada del palacio atravesando sus inmensos bosques y jardines (puedes optar por ir a pie pero es una buena caminata)

El Palacio en sí es impresionante. Se trata del mejor ejemplo de arquitectura del Romanticismo en Portugal, aunque en realidad el edificio combina una parte construida en el siglo XIX con los restos de un antiguo monasterio sobre el que se edificó el edificio más moderno, que sirvió de residencia de verano de la familia real de Portugal hasta la proclamación de la República en 1910. Lo cierto es que tiene elementos de muchos y variados estilos: cúpulas acebolladas, arcos de herradura de estilo morisco, torres con almenas de colores rosa y amarillo, así como otros elementos de corte gótico, manuelino, islámico y renacentista.

En el interior se pueden contemplar las habitaciones, el mobiliario y los enseres de la realeza portuguesa del siglo XIX y su corte. Todo se ha cuidado hasta el máximo detalle para replicar las salas tal y como estaban en la época de máximo esplendor del palacio.

Y lo mejor: desde sus patios exteriores o desde cualquiera de sus terrazas superiores o ventanas se pueden contemplar unas vistas impresionantes de la Sierra de Sintra. Si el día está claro, se pueden ver poblaciones situadas a decenas de kilómetros.

Os dejo ahora una galería de imágenes con algunas de las fotos que nosotras mismas sacamos:



Desde el Palacio bajamos hasta el Castelo dos Mouros, a mitad de camino en el descenso hacia Sintra. Fue erigido por los árabes durante los siglos VIII y IX como enclave defensivo para vigilar los caminos de tierra que unían Sintra con Lisboa, Cascais y Mafra. En el siglo XII fue conquistado por los cristianos de D. Afonso Henriques, primer rey de Portugal (de hecho, aún conserva dos portones románicos y algunos frescos de la antigua necrópolis medieval).

Tiene casi 450 m de perímetro y 12 000 metros cuadrados de área. De él, apenas quedan las murallas, pero se conserva un paso de ronda que se puede recorrer mientras se contempla una hermosa panorámica de Sintra. En el acceso al recinto todavía se puede ver una puerta árabe con arco de herradura. La parte alta de la muralla está decorada con almenas. Por último, cinco torres (cuatro de planta rectangular y una de planta circular) flanquean la muralla. A la más elevada se la conoce como Torre Real (nosotras nos negamos a subir los 500 escalones que hay para subir hasta ella, jajajajaja).

Una vez más, nuestras fotos: 

En el camino que lleva a la entrada del Castelo dos Mouros












En la explanada de entrada


Chus en una de las torres

Parte de la muralla que nos negamos a recorrer en su totalidad
Esta foto debe estar en Japón, porque a una japonesa le hizo gracia la postura de Chus y le pidió permiso para fotografiarla 



El cansancio hace mella...


Restos arqueológicos en la zona de la necrópolis
 

Leyendo las explicaciones de un panel

Vistas desde las murallas del Castelo dos Mouros


 Bajamos a Sintra en otro tuk tuk que estaba esperando en la entrada del castillo. El conductor era un chico muy agradable que nos indicó un buen restaurante para comer, O Tunel, cerca de la estación, y que todavía estaba abierto (era ya tarde):


Llegamos al restaurante


Como siempre, la comida deliciosa

Después de la comida nos dedicamos a pasear por la ciudad ya que prácticamente no la habíamos visitado. De Sintra también se puede encontrar mucha información en Internet, así que nuevamente aportamos solo un breve apunte:

Está situada en un Parque Natural. Inicialmente es de origen celta, pero se convirtió desde el siglo XV en residencia vacacional de nobles y reyes portugueses, debido en buena parte a su entorno natural, muy propicio para practicar una de sus aficiones favoritas: la caza. Sus calles empinadas obligan a ejercitar las piernas para recorrerla. Su característica arquitectura, que integra a la perfección palacios y jardines, castillos y bosques, merece una visita obligada.

   

Y después de un día tan completo, un tiempo de relax en el spa:

 

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