miércoles, 22 de enero de 2020

Julio, 20, 2019: Caldas de Reis y Fervenzas-Monasterio de Carboeiro (Chus, María y Pili. Y el guía: Pepe) - Parte única

Excursión en coche y algo de senderismo

Sábado, 20/07/2019:

Caldas de Reis


Hacía tiempo que Pepe nos había dicho que con mucho gusto nos hacía de guía para visitar algunas de las "fervenzas" (cascadas) alrededor de Caldas de Reis. Y, puesto que estaba disponible ese sábado, quedamos en encontrarnos con él en Caldas. ¡Qué excursión nos tenía preparada! Paisajes magníficos que quizá de otro modo no habríamos descubierto. Eso sí: como íbamos con el coche para aquí y para allá, llegó un momento en que me desorienté totalmente y ya no sabía ni dónde estaba, jajajajaja.

Lo primero que hicimos fue darnos un paseo por Caldas, tuteladas por Pepe. Es una pequeña población situada al noroeste de la provincia de Pontevedra, a orillas del río Umia, justo en el punto de origen del Valle del Salnés, que se extiende hasta el océano Atlántico. Forma parte de la conocida como Comarca do Umia, que incluye también a Cuntis, Moraña, Catoira, Valga y Portas. Está atestiguada la presencia humana en la zona desde la prehistoria y en Caldas nació en el año 1105 Alfonso Raimúndez, de la Casa de Borgoña, nieto de Alfonso VI de León y Castilla e hijo de Urraca I de León y Castilla y de Raimundo de Borgoña. Alfonso Raimúndez sería coronado como Alfonso VII de León, de ahí lo de Caldas de Reis.

La villa está atravesada por dos ríos, uno de ellos el Umia, que tiene una abundante red de afluentes.






En la tercera foto se ve un balneario. Este balneario es conocido como el "Balneario de los Peregrinos" debido al gran número de caminantes que lo eligen como el lugar idóneo para descansar y reponer fuerzas, no en vano Caldas de Reis forma parte del Camino de Santiago. El termalismo ha estado siempre ligado a la villa, de ahí su nombre, "Caldas".





Puente sobre el Umia junto al balneario

Un antiguo molino junto al puente

Ya del otro lado, el balneario y el ayuntamiento al fondo


En esta zona de Caldas se encuentra una de sus joyas, el Parque, con su Jardín Botánico y su conocida "Carballeira". Fue declarado en 1962 "Paraxe pintoresca e Xardín histórico". Son bienes de interés cultural y tienen, además, el valor de servir de espacio de encuentro de diversos actos a lo largo del año.

Seguimos paseando por la villa y nos sorprende una serie de esculturas colocadas en las calles. Lástima que no señalan el autor.

                              


Llegamos entonces a la Fuente de las Burgas. Como ya señalamos anteriormente, la larga tradición de las aguas termales de Caldas de Reis viene desde la época romana. Estas aguas tienen una composición que les confiere propiedades curativas. Esta fuente pertenece al grupo de las conocidas como "fuentes de cano", con dos caños ornamentados con cabeza de león. Muy cerca de ella está el lavadero de ropa, que se alimenta del mismo manantial de agua caliente y que a veces los peregrinos utilizan a modo de pequeña piscina para descansar sus pies agotados del camino.

Intentando mirar para el fotógrafo, torcedura de cuello. A mi derecha estaba una señora esperando para recoger agua de la
fuente

Bosque de bambú en Caldas 


Continuamos nuestro paseo por las calles de la villa, hasta llegar al puente Bermaña, romano, del siglo I, aunque se le conoce como "Puente Medieval", quizá por la época en que fue reformado. Se llama así porque cruza el río de ese nombre, en el centro de Caldas de Reis. Formó parte de un antiguo camino militar romano. Está formado por tres arcos de medio punto y tragamares de forma triangular. En su centro tiene un pretil de piedra y el típico crucero de época posterior, probablemente del siglo XVII.

Bonita fachada


 Lateral del mismo edificio


Resultó ser una pensión

   
En la parte de atrás, curioso reloj y una campana

 
En el puente, junto al crucero
                            

Bonito sauce en el cauce del río Bermaña 

                                                            

Fervenza do río Barosa

Con Pepe al volante, nos desplazamos hacia el sur, por la carretera nacional 550, que une Caldas con la ciudad de Pontevedra, y llegamos al concello de Barro, en el que se sitúa el Parque Natural del Río Barosa. Pepe nos explicó que los ríos pequeños suelen tomar el nombre del lugar por donde pasan, por eso el río Agra se convierte aquí en el río Barosa y más tarde lo hace en el río Chaín antes de unirse al Umia.

El lugar cuenta con una impresionante cascada de agua que salva un desnivel de 60 metros en muy poca distancia. Era el mes de julio y aún así llevaba bastante agua. Sin embargo, para ver la diferencia, la visitamos nuevamente Chus y yo el 16 de noviembre, después de unos días de lluvia. Aquí están las fotos comparativas:

Fervenza en julio
 Video en noviembre

Después de noviembre aún llovió más, pero no volvimos.

Puente sobre el río Barosa justo antes de la cascada   
Las chicas viajeras en la base de la fervenza 



  
Chus, Pili y Pepe en el puente 


Cascada arriba hay una serie de 17 molinos de agua que forman un complejo único. Se pueden ver siguiendo una ruta que asciende por la otra ribera. Un par de ellos alcanzan grandes dimensiones y contaban inicialmente con vivienda. Dicen que el origen de estos molinos se pierde en la Edad Media y que desde aquí molían el cereal para el monasterio de San Martín Pinario en Santiago. Los que se ven hoy día parecen del siglo XVIII en adelante. Nosotros no subimos toda la ruta porque no llevábamos calzado adecuado para eso, además de que tiene bastante pendiente y ya me empezaba a doler la rodilla.


Selfi ascendiendo por la ruta que va hacia arriba por la ribera opuesta a los molinos





La felicidad en la cara de Pili 


                                                                           Las chicas viajeras tratando de mantener el equilibrio sobre una roca. 

  Chus y Pepe volviendo a la base de la cascada

Ya llegando a la base


Fervenza do río Segade

Dimos vuelta a Caldas y esta vez tomamos la nacional 640 que va de Caldas a la vecina A Estrada. La Fervenza do río Segade está mismo a la salida de Caldas. Junto a ella, restos de una antigua instalación hidroeléctrica, conocida como la "Fábrica da luz". Hay una ruta de senderismo en la zona que se conoce como Ruta del Agua. Esta cascada es más pequeña que la anterior, ya que solo salva un desnivel de 30 metros.

Vista de la cascada junto a la fábrica de la luz

Las chicas viajeras de relax en la cascada





  
Poza que se forma en la cascada 

     


Selfi de los cuatro aventureros

           

Fervenza do río Toxa

Seguimos la carretera nacional 640 hacia A Estrada y continuamos hasta Silleda, ya que nuestro próximo destino estaba muy cerca de esta población. Pero iba siendo hora de meter algo al "bandullo", así que nos detuvimos en el pueblo y gracias al consejo de una paisana encontramos un restaurante en donde comimos de maravilla:

Croca con patacas e leituga


La cascada de agua del río Toxa se forma poco antes de la desembocadura del Toxa en el río Deza. Está considerada una de las cascadas más altas de Galicia. Constituye un espacio de alto valor paisajístico y participa en el Proyecto Europeo Rede Natura 2000. La zona presenta una gran diversidad botánica, que era aprovechada por los monjes de los monasterios de Carboeiro y Camanzo para su farmacopea, así como un bosque atlántico maravillosamente conservado. Según nos explicó Pepe, la cascada se origina porque el río se encaja entre un granito tremendamente duro a causa de la cantidad de cuarzo que contiene sobre materiales metamórficos menos resistentes a la erosión. En las imponentes paredes graníticas que flanquean la cascada anidan grandes aves que necesitan cantiles pétreos, como los cuervos y los halcones. Los coches hay que dejarlos arriba y, tras pasar el mirador desde el que se divisa la zona desde lo alto, hay que hacer un poco de senderismo para llegar a la base de la cascada. En cuanto empezamos a descender, la rodilla dijo "¡AY!" y Pepe tuvo que volver al coche para cogerme los bastones que me había regalado Pili... de otro modo no hubiera podido hacer el descenso.





Vista de parte de la cascada desde el mirador    
Paisaje desde el mirador

Se puede bajar por estas escaleras, pero preferimos el descenso por el camino


Chus ante la cascada
     
Intentando no caerse para la foto



La foto








                                            



El guía 


Efecto de la luz del sol sobre la caída de agua


Pepe, Chus y yo regresamos el sábado 16 de noviembre para ver esta fervenza con más agua. No recojo aquí las fotos porque las incluiré en la salida de ese día, en el que también visitamos otras cosas.



Monasterio de San Lorenzo de Carboeiro

Desde la fervenza nos dirigimos al monasterio de San Lorenzo de Carboeiro, situado muy cerca, al norte también de Silleda. Se trata de un monasterio benedictino del siglo X, que reedificó su iglesia a partir de 1170 para seguir su construcción hasta finales del siglo XII. Hace unos años estaba bastante arruinado, con las techumbres caídas y aspecto de abandono, con buena parte de su estructura invadida por la vegetación. Afortunadamente, las tareas de restauración, iniciadas a partir de los años 70 del siglo XX, han reacondicionado el edificio hasta recobrar buena parte de su estampa original. La iglesia, de carácter románico aunque ya caminando hacia el gótico, es uno de los edificios más ambiciosos e importantes de Galicia. No tiene mucha longitud ya que se encuentra en un estrecho meandro del río Deza. Al oeste y al este el terreno llano se convierte en fuerte pendiente hacia las orillas del río. Por eso, para salvar el gran desnivel oriental, se tuvo que edificar una enorme cripta que reproduce la cabecera con girola de la planta superior. Para bajar a la citada cripta se construyeron sendas escaleras a ambos lados de la girola superior. La iglesia consta de tres naves y una soberbia cabecera rodeada por una girola rematada en tres capillas radiales. La actual cubierta de la nave central es de madera y se cree que la original también lo era. 

En el suelo el reflejo de la luz que entra por el rosetón de la fachada principal

La portada occidental es la puerta principal del templo, además de la más bella y monumental. Es fácil encontrar semejanzas con el Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela. Consta de cuatro arquivoltas decoradas con temas vegetales así como con la representación de los 24 ancianos del Apocalipsis (aunque en realidad solo hay 23, eso que a Pepe le salían 24 jejejeje). En la actualidad, de los 4 evangelistas solo quedan San Mateo y San Marcos, ya que San Lucas y San Juan fueron arrancados y depositados en los años 50 en el Museo Marés de Barcelona.

Puerta oeste


Mirador de Gundián

De nuevo hacia el norte, llegamos al Mirador de Gundián. Desde aquí se disfruta de unas impresionantes vistas del valle del Ulla, del puente Gundián de 1958 y del moderno y monumental viaducto del tren de alta velocidad (AVE), cuyas bases superan los 100 metros de altura. También se ven las paredes rocosas que forman el estrechamiento que se conoce como Paso da Cova.



Fotogénica, como siempre, en el mirador de Gundián
                                                                      Pepe en el mirador 

El río Ulla desde el mirador 

Viaducto del AVE desde el mirador de Gundián


Pili contemplando el antiguo puente ferroviario construido
sobre las paredes rocosas que forman el estrechamiento 
conocido como Paso da Cova,  por el que transcurre el río Ulla
                    
                           
                                                                                  
Areal de Berres

Desde el Mirador de Gundián, ya bajando de nuevo hacia A Estrada, hicimos una bonita parada en este arenal. Es una playa fluvial situada en la parroquia de Berres. Allí, en la noche de San Juan, se celebra una vistosa fiesta que cada año atrae a centenares de personas, que acuden al olor de las sardinas y el pulpo y escuchan música folk y rock en un bucólico entorno. Nos sorprendió la mezcla de símbolos religiosos, cristianos y paganos, que hablan de un lugar místico, de celebraciones misteriosas.




No es Bali, es la playa fluvial de Berres 
Una de las esculturas: parece una maternidad



Un extraño obelisco con símbolos de diferentes culturas y religiones





Piedra grabada en la playa fluvial de Berres
 
             
Un laberinto en el suelo: yo entré, pero no era capaz de encontrar la salida
         

                                                                       
Y final de la excursión no sin antes pasear por un coto salmonero en el río Ulla. Dejamos a Pepe en Caldas y nosotras volvimos a Vigo. Pepe quería llevarnos aún a otras zonas que había planeado, pero lo cierto es que estábamos cansadas y además empezaba a caer la tarde y a mí no me gusta conducir de noche. De todas formas, quedó pendiente esa segunda parte. Cuando volvamos a coincidir las chicas viajeras y Pepe esté disponible, se hará.





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